Para una adolescente como Novalie Montage es un sueño conocer al idolo del que está enamorada, pero no contaba con que su enamoramiento platónico por Tom Kaulitz llegara a ser una realidad, una cruda realidad que le hizo cambiar de opinión de todas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La canción del feliz cumpleaños se escuchaba por toda la sala.
Hoy cumplía dieciséis años y toda mi familia estaba reunida.
La mayoría de mi familia vivía en Alemania mientras nosotros -mi madre y mis hermanos- vivíamos en Bulgaria y mi padre en Estados Unidos más específico en California, aunque de igual forma habíamos vivido en California un tiempo hasta que tuve siete años y me mudé con mi madre a un país que ya había dicho.
Hace dos años mi padre nos había traído a todos a Alemania por asuntos de trabajo y seguimos aquí hasta el día de mi cumpleaños que compartía con mi gemelo.
Cortamos torta, comimos y bailamos.
Pero como siempre todo acaba.
La música de la gran casa en la que estábamos viviendo en Stuttgart había cesado poco a poco mientras los invitados se iban.
Subí a mi habitación mientras mis padres habían ido a dejar a una de mis tías acompañados por la menor de mis hermanas.
Me mire al espejo, llevaba un vestido celeste claro de manga corta que en su lugar habían vuelos con encaje blanco, el vestido me quedaba hasta las rodillas y estaba decorado con un listón azul en la cintura. No llevaba maquillaje más que una máscara de pestañas, un pequeño delineado que difuminé y vaselina en los labios.
Me quite los adornos del pelo, luego los brazaletes, el collar que llevaba y al final mis blancos pendientes en forma de estrellas.
—¡Chicos! ¡Bajen! -gritó mi mamá desde la planta baja.
Mis hermanos y yo nos encontramos en las escaleras y nos miramos extrañados.
Cuando bajamos todos, nos encontramos con nuestros padres y nuestra hermana pequeña Juniper.
—Chicos, creo que es el momento perfecto para contarles que vamos a mudarnos de nuevo. -anuncio papá bajando a mi hermana Juniper de sus brazos.
¿Perfecto? ¿Cómo este iba a ser el momento perfecto?
Yo gire los ojos y solté un suspiro, mi hermana mayor Khione imitó mi acción cruzandose de brazos, mi gemelo se tapo la cara con una mano y mi hermano mayor Orpheus se mantuvo inexpresivo como siempre.
—¿Otra vez? ¿No pueden al menos mantener estable la recidencia? Porque sabemos que mantener estable la familia tampoco pueden. -alzó la voz mi hermana.
—Khione. -Orpheus la reprendió.
—Sus colegios ya estan pagados, nos mudaremos a Leipzig y no quiero escuchar quejas. -mi padre subió las escaleras y desapareció en el segundo piso.
Mi mamá nos regaño con la mirada y lo siguió.
Yo subí detrás de ella y entré a la habitación que compartía con mi hermano gemelo.
Todo cambiaría y yo lo sabía.
(...)
Sentí como me zarandeaban y tuve que abrir mis ojos en contra de mi voluntad.
—¿Qué no piensas despertar? -reconocí la voz de mi hermana Khione. - ¡Vamos, Nova! Estamos empacando.
Me enderece y traté de despabilarme como pude y vi a mi hermana abriendo mis cajones y sacando la ropa para empacarla en una maleta.
—Pense que no estabas de acuerdo con esto. -le dije en voz un tanto baja mientras la miraba parar sus acciones y suspirar.
—Bueno... ¿Que importa lo que yo diga? Aún vivo con papá y mamá. -cerró la maleta y se giro para dirigirse a mi.
Se agachó a la altura de la cama y tomo mi mano.
—Te prometo que apenas me independice te llevaré conmigo. Peleare tu custodia y te sacaré de aquí. A ti y a Zyran. -me tocó la mejilla con su mejor sonrisa- Espero y eso les haga aprender o no dudaré en llevar a Juniper con nosotros.
Se levantó y me tendió una caja.
—Anda levantate, tenemos mucho trabajo por hacer. Guarda tus cosas en las cajas que te deje ahí, las cosas frágiles ponlas con perlas de poliestireno de la funda de allí. -señalo una bolsa con perlas blancas tirada en una esquina de mi habitación.- Ya guarde tus discos y álbumes, acaba lo demás.
Y sin más salió de mi cuarto.
Este iba a ser un muy largo proceso al que de nuevo iba a tener que adaptarme.
Si supiera lo que pasaría después de esto yo... Igual habría ido.
