Sechs (seis)

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Ser cercana a Tom Kaulitz era todo lo que yo

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Ser cercana a Tom Kaulitz era todo lo que yo...

No quería ser.

El me gustaba con todo mi ser porque soy humana y tengo ojos, pero eso no significa que quiera ser algo suyo aunque fuera mi sueño y el de muchas.

O al menos eso empecé a pensar hace unas semanas.

Después del evento en el que nos conocimos él no volvió a tener contacto conmigo y yo había entrado en una especie de depresión autodestructiva por la desilusión, al contrario de él que aparecía con una chica diferente en todas las revistas y noticias.

Después de todo ¿Qué esperaba yo? ¿Qué se enamore de mi y cambie por mí? ¿Él? ¿Tom Kaulitz Trümper? En definitiva eso no pasaría.

—Entonces ¿Cuál es la velocidad inicial? -preguntó mi profesora de física.

¿Cómo es posible que yo haya sido tan estúpida al pensar que pasaría algo más?

—¿Alguien?

Era obvio que esto pasaría, me vio solo como una niña tontamente enamorada.

Y claramente lo era, quizá solamente quiso pasar el rato, quizá le gusté, quizá le interesé o quizá simplemente quería llevarme a la cama y hacerme-

—¿Señorita Montage?

Rápidamente alcé mi vista a la mujer de cuarenta años frente a mi, me había puesto roja de vergüenza.

—Lo siento mucho señorita Becker, no la escuché. -bajé la cabeza tapando mi cara con el cabello que caía por mis hombros.

Yo estudiaba en un colegio de mujeres desde que nos mudamos a Alemania así que algunas chicas de la clase empezaron a reírse por lo bajo murmurando cosas.

Se estaban burlando de mi.

—Señorita Montage, sí no va a poner atención a mis clases creo que debería largarse. -señalo la puerta.

—Pero señorita Becker-me interrumpió.

—¡Fuera!

Lentamente me levante de mi asiento y recogí mis cosas para caminar a la puerta y salir por ella.

¿Cómo era posible que ese alemán me haya hecho meterme en problemas sin estar presente? ¿Por qué lo mantenía en la mente?

Salí hasta el patio y me senté en la hierba, saque mi comida de la mochila y me dispuse a comer hasta que toque la campana.

No quería meterme en problemas y últimamente eso estaba haciendo.

Me había metido en mi primer pleito con una chica de segundo año que no me caía nada bien ayer porque había hablado de mi hermano y me había estado molestando.

Y yo jamás me había gritado con alguien, estaba irritable y no sabía si era normal.

Probablemente la llegada de Tom en mi vida la puso de cabeza, y muy probablemente era porque en mi vida había tenido contacto con un chico que me guste y me había ilusionado mucho.

Saqué mi teléfono y apareció la notificación.

Noticias
Tom Kaulitz es visto saliendo de un hotel con la nueva modelo de Vogue, Lisa Richter.

Otra vez.


(...)

Habían pasado seis meses y no había hablado con el.

Me sentía triste, pero ya no tanto como hace tres meses pero claramente mi ánimo bajo un poco, fue la primera vez que hablé con el y quería más, ya no me importaban los riesgos, solo él.

Así paso un año y de vuelta estábamos en mi cumpleaños.

Estaba en la escuela, otra vez me habían sacado de clases y yo me fui al patio del colegio. Veía a las jugadoras de tenis mientras fumaba ¿Sería lo suficientemente buena para hacer algun deporte?
Mi teléfono vibró con un número desconocido y lo colgué.

Volví a meterme el cigarro en la boca pero mi teléfono sonó de nuevo y está vez lo conteste.

—Sí eres algún tipo de estafador o secuestrador creeme que no es buen momento. -iba a colgar pero alguien habló.

—Feliz cumpleaños Novalie ¿Por qué estas tan de mal humor?

—Tom...

Mi cigarro cayó al suelo y en ese momento quise colgar.

Y del miedo lo hice.

Escuche el sonido de una notificación y vi el mensaje.

Número desconocido
No sabía que fumabas ahora ¿No eres muy pequeña para eso?

Miré hacia las rejas de la puerta de salida y ahí estaba él dentro de un auto negro frente a mi colegio.

Mi teléfono sono y le contesté.

—¿Que haces aqui? Pensé qué...-dejé la frase en el aire.

—¿Que me había olvidado de ti? Créeme que lo último que quiero es alejarme de ti, muñeca.

Me levanté y caminé a las rejas, él salió del auto y camino a las rejas también.

—Hola linda. -me sonrió.

—Hola...

Me mostré un poco distante y él me sonrió y ladeó la cabeza.

—No me digas que vas a pedirme explicaciones. -se burló girando los ojos.

—No, yo... No tendría por qué. —apreté los labios.

El tenía razón ¿Por qué debería explicarme algo?

Solo bajé la cabeza mientras mis ojos se movían de una esquina a otra pensando en que diablos decir.

Me sobresalté cuando bruscamente puso sus manos en las rejas y me miró profundamente.

Me quedé mirandolo hasta que ladeó su sonrisa haciendo notar su piercing.

—¿Alguna vez te has escapado del colegio? -entrecerró los ojos con una expresión de diversión.

Nunca me había escapado ni de mi casa, alguna vez escuché a unas chicas decir que iban a escaparse del colegio pero nunca me atreví a ir con ellas.

—No... -seguro vio mi expresión de miedo porque sus ojos analizaron toda mi cara.

—¿Y te gustaría?

—Yo...-

—Señorita Montage.

¿𝐼𝑠 𝑡ℎ𝑒𝑟𝑒 𝑎𝑛 𝑎𝑔𝑒 𝑡𝑜 𝑙𝑜𝑣𝑒 ℎ𝑖𝑚?   『 ᴛⷮoͦmͫ ᴋⷦaͣuͧliͥᴛⷮz 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora