Quédate conmigo

Eres el mejor

Urrs se fue a su casa, acostandose en su cama viendo a su pared de que por fin las cosas iban tan bien, pero solo por un descuido todo se fue a la mierda, no tenía ganas de hacer nada solo llorar por no ver nunca más a ver a su pirañita.

Tock tock

-Papá estás bien? * Era Rusia- te vi muy triste.

Urss abre la puerta y se vuelve a la cama.

-Papá no es tan seguido verte llorar que paso? * Dijo su hijo preocupado.

-Rusia sabes que es el amor? * Pregunto.

-El amor?* Penso- pues el amor es algo que compartimos con otra persona, que cuando estás cerca con esa persona te sientes tranquilo y disfrutas de su compañía.

Urrs se pone más triste.

-Pero, porque me preguntas eso?* No entendía.

-Esque...*lo mira- me gusta Reich.

Rusia analizo las palabras y después reaccionó.

-QUE!! EL SEÑOR REICH, wow eso sí me sorprendió.

-No estás enojado? * Pregunto.

-No, osea antes lo odiaba pero el realmente si ha cambiado y ahora es un buen tipo* piensa- y son algo?

-Sí, somos novios.

-Oh que bueno, entonces porque estás triste?

-Esque su hijo me odia por la misión que hicimos.

-Ohh ya veo, bueno es lógico casi se muere su padre.

-No me ayudas! * Se tapa en las mantas.

-mira podemos hacer algo * ánimo a Urrs.

-Que cosa? * Dijo curioso.

-Podemos hacerle favores y Alemania podrá ver que será buena pareja a su padre.

-Mmm me gusta la idea.

-Ya, el primer paso es darle un regalo a Reich para que vea que si le importas.

-Y que le comparamos? * Pregunto.

-No se tu sabes sus gustos.

-verdad* piensa- a ya se!-se levanta- a Reich le gusta los chocolates y vinos y cerveza.

-Que buena idea.

-Sí, y será mejor los chocolates con alcohol* se cambia de ropa- vamos a comprarle.

-sí * contesto.

Los rusos fueron una dulcería muy elegante porque obviamente a Reich le gustaba lo costoso.

-Listo lo tenemos, vamos al hospital.

-Papá aquí te dejo, Bielo me escribió que quiere mi ayuda.

-Oh está bien, nos vemos.

Urss llega al hospital y entra a la habitación.

-Buenas* abrió la puerta.

Por su suerte no había nadie y solo estaba Reich.

-Urss? * Pregunto la esvástica.

-Reich! * Se acerca- te extrañé* sonríe.

-Donde estabas? Le pregunté a Ale pero se hizo el loco.

-Esque tu hijo está enojado conmigo, y si tiene razón yo no te pude proteger* se pone triste.

-Urss yo sé que era imposible protegerme en esa situación * toca la mejilla- pero igual estabas a mi lado y ahora que estoy aquí no quiero que te vayas* sonríe.