CAPÍTULO 5

16 1 2
                                    

  Pasó un mes y T/N no podía parar de pensar en Arta. Se sentía tan culpable de no haberle respondido todavía a su mensaje. De todas formas, quedaba una semana para la firma de libros. Seguía siendo su fan, aunque no sabemos si seguía siendo su amiga. Llevaba un mes entero sin hablarle... T/N estuvo pensando en que Arta seguía con Natalia... Todo es culpa de ella. Estaba segura, todo era su culpa. Todo es culpa de Natalia. Si ella no estuviera aquí, nunca se habría peleado con Arta. T/N lo sigue amando, pero por la estúpida de Natalia ya no se hablan. Está pensando formas de acabar su relación con Arta, o con la vida... Es que, ¿cómo se atreve a quitarle a su querido Arta?
    Se decide por mandarle un mensaje a Arta:


    Oye, lo siento por todo este mes sin hablarte. Es la segunda vez que te digo esto, pero no sé qué me ha pasado. Sé que a veces soy demasiado rencorosa y quizá haya sido eso. Solo quiero que sepas que lo siento de verdad. Te quiero. Por favor, perdóname.

    Arta no se esperaba aquello. Creía que no le iba a volver a hablar, pero ¿le habla justo una semana antes de su firma de libros? Supone que simplemente no quería que en la firma las cosas se volvieran incómodas entre ellos dos. Se toma un tiempo para asimilarlo.
    T/N siente que está tardando demasiado en responder y empieza a ponerse nerviosa. ¿Y si ahora le odia? ¿Y si no le perdona nunca? ¿Y si ya no piensa hablarle jamás? Sea lo que sea, está segura de que eso es culpa de Natalia. De alguna forma, ella debe haberlo convencido de cortar todo contacto con ella y no contestarle a un solo mensaje. Empieza a desvariar. Simplemente se niega a aceptar que Arta no quiera hablar con ella por decisión propia. Comienza a sentirse mal y vuelve a repasar lo que se va a poner la semana que viene. Y ya no le gusta. Ese vestido azul que tanto le encantaba por lo que resaltaba sus ojos y ahora lo odia. Vacía su armario buscando algo nuevo que probarse. Prueba absolutamente todas las combinaciones que encuentra, pero no le gusta nada. Sufre de dismorfia corporal y cada vez que se mira al espejo es como si no se reconociera. ¿Por qué tiene que pasarle eso a ella? ¿Por qué ahora? ¿Para qué le habla? Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas, prefiere irse a dormir y dejar que todo pase. Cuando despierte puede que haya pasado solo un rato o puede que ya sea otro día.
    Se despierta con muchos mensajes. ¿Se ha preocupado por ella y porque no estuviera o al menos no despierta? Falso. Los mensajes son likes en Instagram y gente respondiendo a sus historias. Parece que le gusta a todo el mundo, menos a ella misma y a él. Va deslizando el dedo índice por la pantalla, borrando todas esas notificaciones que ni siquiera le suben el ego. Piensa que no va a encontrar nada de Arta, pero al final aparece un mensaje suyo:


    ¡T/N! No sabes lo mucho que te he echado de menos. No he vuelto a jugar a Roblox, ni nada que tú y yo jugáramos juntos. No he jugado a nada desde que decidiste irte. Nada puede ser divertido si no estás tú de por medio. Me alegro de que hayas vuelto a hablarme, espero poder hablar pronto. ¡Te quiero, Pichoncita!

    Se enrojece y sus ojos color mar se convierten en el mar. No esperaba que reaccionara tan positivamente.
    Horas después, se encuentra tirada en su colchón, mirando al techo e ignorando todas las tareas que tiene pendientes por pensar en él. ¿A qué viene esa obsesión tan profunda? No lo sabe, no encuentra respuestas. Recuerda que aún no había contestado a su mensaje y se dedica a teclear:


    Yo también te he echado de menos. Acabo de acordarme del embarazo de Natalia. ¿Qué tal está?

    Lo envía así, pero sin estar del todo segura. ¿Debería haberlo pensado mejor? Había dejado el teléfono boca abajo sobre su abdomen, pero vuelve a encenderlo. Entra a su aplicación de notas. Vuelve a teclear:


    Desearía que me miraras de la forma en que yo te miro. Desearía poder estar contigo. Solo quiero sentir el calor de tu cuerpo junto al mío, admirar tu sonrisa y jugar con tu pelo, observando como brilla cuando el sol se posa en tí. Quiero ver ese mismo Sol escondiéndose tras los cielos contigo. Hablar, reírnos, cualquier cosa. Solo quiero cualquier cosa, contigo.

    Duda si guardarlo o borrarlo y olvidarse, pero decide dejarlo estar. Vuelve a apagar el móvil, lo suelta y cierra sus ojos, que empiezan a humedecerse cuando piensa en qué estará haciendo él o en qué pensará, porque seguro que no en ella. Sin darse cuenta que en realidad estaba pensando en qué contestarle a su mensaje.

ARTA Y T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora