Misión principal parte 1

819 84 6
                                    

Habían pasado ya varios días desde mi último enfrentamiento, y la monotonía del viaje empezaba a pesarme. Fue en ese momento cuando el sistema apareció de nuevo, sacándome de mi ensimismamiento.

Sistema: Llega a la ubicación que ha sido marcada en el mapa. Tienes un límite de tiempo de un día.
Recompensa: 10 almas, una poción de evolución de arma y la mitad de una actualización del sistema.

Al revisar rápidamente el mapa, vi que la ubicación estaba a 100 kilómetros de distancia. Era una distancia considerable, pero las recompensas lo valían. Sin pensarlo dos veces, activé Regatear nivel 5 para maximizar mi velocidad. Corrí hasta agotar casi todo mi maná, y luego me detuve para descansar unos 30 minutos, después de todo ya estaba a menos de un kilómetro así que podía tomarme mi tiempo, poco después llegué al punto marcado y antes de entrar en la zona segura una notificación del sistema aprecio frente a mí.

Sistema: Has cumplido la misión. Has ganado 10 almas, una poción de evolución de arma y una actualización parcial del sistema. Has entrado en la zona segura. Una misión principal ha sido activada.
Sobrevive a las tres oleadas de zombis.
Recompensa por la primera oleada: 20 almas, 10 puntos de estadística, pastilla de evolución de habilidad, poción de recuperación total, pastilla de maná.
Recompensa por la segunda oleada: 30 almas, poción basica, 15 puntos de estadística y una habilidad aleatoria.
Recompensa por la tercera oleada: 40 almas, 20 puntos de estadística, poción de recuperación total y una actualización del sistema.

Las recompensas eran buenas, lo que solo significaba una cosa: la misión sería extremadamente difícil. No podía perder tiempo. Me apresuré a entrar a la zona segura, pero no sin antes utilizar la runa de evolución de arma. Al ver cómo mi navaja se transformaba en una daga afilada y reluciente, sentí una nueva oleada de confianza. La daga otorgaba 20 puntos de daño extra, y con su efecto de desangrado, cualquier herida infligida drenaría la vida del enemigo lentamente. La probabilidad de supervivencia aumentaba con cada segundo que pasaba.

Apenas puse un pie en la zona segura, un grupo de hombres, de unos 30 años, se acercó a mí. Sabía lo que vendría. Uno de ellos, evidentemente el líder, me lanzó una mirada de desdén antes de hablar.

—Mocoso, será mejor que nos des todas tus almas y equipamiento. No tienes oportunidad. Eres demasiado joven y, sinceramente, un estorbo —dijo con una sonrisa burlona, sus manos dirigiéndose a un arma en su cinturón.

Lo miré directamente a los ojos, sin dejar me intimidar —Que tenga 15 años no significa que no sea capaz de atravesar tu pecho con mi daga— respondí, sosteniendo mi arma, preparado para cualquier cosa.

La tensión en el aire era palpable, y todo parecía indicar que la situación iba a estallar en una pelea cuando, de repente, un disparo rompió el silencio. Todos volteamos a la dirección de donde provenía. Un chico de unos 13 años se acercaba, con una pistola en la mano, tenía el pelo castaño, ojos cafés claros, piel ligeramente morena y vestía con un conjunto de ropa color azul oscuro

—Cálmense todos —dijo con voz firme  —Pelear solo hará que la misión sea más difícil. No necesitamos más caos en medio de las oleadas.

El grupo de hombres nos observó por unos momentos, pero finalmente se dieron la vuelta y se alejaron, murmurando entre ellos. Cuando todo pareció calmarse, el chico se acercó a mí, con una sonrisa tranquila.

—Soy Juan, un gusto— dijo, extendiendo su mano. En ese momento, apareció una pantalla holográfica frente a mí, mostrando una invitación para unirme a su party. Sin dudarlo, acepté.

—Soy Iker— respondí, estrechando su mano, sintiendo un raro alivio al saber que no estaba solo.

Mientras Juan y yo caminábamos un poco para alejarnos de la zona conflictiva, la conversación fluyó con naturalidad.

—¿Hay alguien más en la party? —pregunté.

—No —respondió Juan, con una ligera sonrisa de resignación.

—¿A qué se debe eso? —insistí, intrigado.

—El primer motivo es que, debido a nuestra edad, la mayoría de los demás jugadores no nos toma en serio. La gente más mayor nos subestima, y rara vez quieren unirse a nosotros. Ya lo he comprobado en más de una ocasión. Y el segundo motivo… bueno, no he encontrado a nadie más de nuestro rango de edad, al menos no que valga la pena— dijo, suspirando mientras miraba al horizonte.

Asentí, comprendiendo su frustración   —Entiendo. Por cierto, ¿cuál es tu nivel y especialización?

—Soy nivel 15 y me especializo en armas de largo alcance, aunque puedo manejar armas de corto alcance bastante bien —dijo, sonriendo con cierto orgullo.

—Yo soy nivel 12 y me especializo en armas de corto alcance— Respondí con una sonrisa.

Nuestra charla fue interrumpida por un nuevo mensaje del sistema.

Sistema: Felicidades por sobrevivir un mes a todos los jugadores. Podría anunciar qué países han sido eliminados, pero algunos más podrían caer pronto. Actualmente hay 100 jugadores en esta ciudad, pero no son los únicos en México. Se les ha entregado el paquete mensual. La primera oleada empieza en 10 minutos.

Abrí el paquete mensual, contenía  vendas y un kit de asesino, que incluía una sudadera negra con capucha, pantalones oscuros y una navaja que decidí no usar. Juan, por su parte, obtuvo varias granadas, unos guantes y una segunda pistola. Le entregué la navaja, que vendría mejor a él.

Rápidamente discutimos nuestra estrategia. Juan se colocaría a distancia para aprovechar sus armas de largo alcance, mientras yo me quedaría a unos 50 metros para poder cubrirlo si era necesario. Mi tarea sería asegurarme de que ningún zombi lo alcanzara por sorpresa, mientras él me cubría con sus disparos precisos. La simplicidad de la estrategia era su mayor fortaleza.

Con el tiempo casi agotado, nos preparamos para la oleada. Mis manos sostenían la daga firmemente, el pulso acelerado, pero la mente clara. Sabía que no sería fácil, pero confiaba en que juntos tendríamos más posibilidades de sobrevivir.

La primera oleada estaba a punto de comenzar.

El jugador número 11 del apocalipsis #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora