La ciudad y el búnker

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Nos pusimos en marcha rumbo a la ubicación marcada en el mapa para cumplir la misión que nos otorgaba el sistema. El camino fue sencillo, ya que lo más peligroso que encontramos fue un jabalí alfa, el cual no representó un problema. Después de un tiempo de caminar, empezamos a ver la ubicación marcada en el mapa, la cual era una ciudad. Cuando entramos en la ciudad, no había más que zombies comunes, uno que otro especial y contados alfas. Decidimos explorar los edificios en busca de recursos útiles. Cuando llegamos a un edificio en la cima, encontramos a un cadáver con una marca de bala en el cráneo, sosteniendo una carta y con una Uzi al lado. Juan tomó la Uzi, mientras que Esmeralda tomó la carta para abrirla y leerla. "Para cualquiera que encuentre esta carta, les quiero pedir un favor muy especial. Esta carta debe ser entregada a mi esposa llamada Elena, la cual está en un búnker al sur de la ciudad. "Querida Elena, lamento no haber ido contigo al búnker por ir a buscar a mi hermano y ahora no podré conocer a nuestro bebé, cómo creció, seguro ya es toda una mujer. Gracias por todo el amor que me diste, con amor, tu esposo."

Sistema: Una misión ha sido activada, entrega la carta.
Recompensa: 20 almas.

Al ver esto, nos pusimos en camino hacia la dirección marcada en el mapa rápidamente. Cuando llegamos, nos encontramos con una gran puerta blindada, la cual Juan logró abrir desde adentro gracias a un túnel de ventilación. Avanzamos un poco más hasta que nos encontramos con varios zombies comunes, los cuales fueron rápidamente eliminados. Después de un rato más caminando, nos topamos con otra gran puerta blindada, que Juan abrió esta vez desde afuera. En cuanto se abrió, una bala salió disparada hacia la cabeza de Esmeralda, quien ni se inmutó debido a su absurda resistencia al daño. Para evitar un conflicto, Juan sacó una granada haciendo que los habitantes del búnker bajaran sus armas.              —Venimos en son de paz—, dije mientras me acercaba. Los habitantes retrocedieron. —Solo quiero entregar una carta para una tal Elena, de parte de su esposo.— En cuanto dije eso, una voz se escuchó. —Déjenme pasar—, era una anciana que parecía ser la líder del búnker. Cuando leyó la carta, empezó a llorar y nos dio las gracias. Dijo que nos daría una recompensa, pero que la armería estaba bloqueada por un derrumbe y la única manera de llegar ahora era a través de la sala de generador de energía, la cual tenía un mini reactor nuclear que estaba experimentando fallas y no tenían trajes de radiación.

Sistema: Una misión ha sido activada, Repara el reactor nuclear.
Recompensa: 50 almas y una habilidad relacionada con la clase que poseen.

Al ver esto, pedimos instrucciones y nos aseguramos de que la radiación no nos afectaría.

El jugador número 11 del apocalipsis #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora