Estar completamente sola en el jodido fin del mundo, sí que era un asco.
Nyx Dixon deambula por Atlanta en busca de sus hermanos y cuando los encuentra, lo que le esperaba vivir junto a ellos no era para nada lo que imaginaba, pues un sin fin de em...
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⚝
- ¿Dixon? - preguntó Nyx casi sin aliento, temiendo preguntar directamente por los nombres de sus hermanos y que no sea ninguno de ellos, pero vamos, ¿cuantas personas quedaban en el mundo que se apellidan así?
Glenn la miró un poco desconcertado pero asintió lentamente - Sí, es el idiota más grande del planeta.
Eso sonaba como Merle. Pensó. Sin embargo, no preguntó más. Se limitó a asentir perdida en sus pensamientos, ¿Daryl estará con él también? Esperaba que sí, pues no habían pasado muchos meses desde que se separaron y ellos eran las personas más fuertes que conocía.
- Vamos antes de que ese imbécil haga algo estúpido - Vaya, sí que apreciaban a su hermano... Aunque realmente no sabía si era él, así que mejor no se hacía de ilusiones.
Emprendió camino junto a ellos manteniéndose un poco alejada, justo por detrás de ambos. Jamás les daría la oportunidad de que la lastimen por la espalda. No sabía si estaba siendo demasiado desconfiada o era sentido común, pero a ellos no parecía importarles tener a una desconocida con un arco y machete justo en su retaguardia. Al llegar a la avenida principal se encontraron con miles de muertos deambulando por las calles, sin embargo, la mayoría de ellos estaban concentrados en algo que no podia distinguir a esa distancia y a un tanque abandonado. ¿Por qué rodearían un tanque que probablemente llevaba meses varado?
- Así que aquí estaban los malditos podridos - Nyx espetó con asco, recordando que al ingresar a la ciudad no se había topado con ninguno de ellos.
- ¡Corre! - Estaba tan distraída que Glenn tuvo que tomarla de la mano para guiarla a un callejón, aquello le hizo tener un dejavú de aquel día que se perdió, motivándola a no soltar la mano del joven asiático aunque al parecer a aquel chico le sudaba excesivamente.
Glenn los guió hacia unas escaleras de metal situadas por fuera del gran muro de un edificio, dejándola subir primero para hacerlo ellos después. Finalmente llegaron a una plataforma de descanso tratando de recuperar el aliento, aquello había estado demasiado cerca, Nyx se asomó notando a algunos podridos tratando de llegar hacia ellos, pudiendo verlos a detalle debido a la corta distancia que los separaba.
- Caminantes - dijo Glenn mirándola detenidamente y luego hacia los muertos de abajo que intentaban subir con desesperación.
- ¿Qué? - respondió ella sin entender a lo que se refería.
- Nosotros -volteó hacia Morales - nosotros les decimos caminantes.
Ella asintió pensando en cómo no se le había ocurrido antes y poco tiempo después los tres terminaron de subir las escaleras hasta llegar a la azotea del edificio, Nyx se acercó a la orilla achicando los ojos para ver cómo los caminantes devoraban algo justo debajo de ellos como si de un festín se tratase, tan sólo podía notas las viceras volando de aquí para allá. Suspiró mirando hacia otro lado hasta que por el rabillo del ojo logró ver cómo la escotilla del tanque se abría dejando al descubierto a un hombre, quién segundos después volvió a resguardarse. No logró verlo del todo, pero estaba segura de que seguía con vida y estaba en problemas.
