capítulo 16

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♡꙳⭑
-Somos un gran equipo, la señora Mia Jabón y el señor Juan Trapo. -Habló el malagueño, volví a soltar un par de carcajadas haciendo que él imitase mi gesto.

-La verdad es que sí, seríamos los superhéroes de la limpieza, plato sucio que vemos, plato sucio que exterminamos.

-En efecto, tú por la izquierda y yo por la derecha. -Rápidamente agarró un bote de limpiador y espolvoreó un poco de la sustancia, provocando que se viera muy divertido. Nos reímos a carcajadas y siguió hablando. -Por cierto Mia, ¿cuándo te vas a Madrid? Por curiosidad, es que sí nos vamos los dos más o menos a la par podemos ir juntos… Si quieres claro. -Habló un Juanito nervioso, sonreí inconscientemente al verle así.

No era consciente de que iba a estar mucho más tiempo del que pensaba que estaría a su lado, lo que hizo que mi corazón se acelerara a cada pensamiento rápido que a mi cerebro le daba tiempo de generar.

-Pues esa es una buena pregunta, me iré el 9 de enero cosa así, la universidad empieza un poquitín más tarde. Así que me pasaré esa semanita ya en Madrid, para habituarme y eso.

-Vale, yo creo que también me iba a ir de todas formas por ahí.

-Si quieres, después de los Reyes cogemos los billetes del tren juntos. -Juan asintió con una gran sonrisa, se le notaba contento por mi aceptación.

***
Tras bastante tiempo hablando de tonterías y de estar en el sofá bromeando, miré el reloj y comprobé que eran ya las 13:17 de la tarde.

No me podía creer que había estado toda una mañana más el día completo de ayer junto a él, me era surrealista que estuviera al lado mío a menos de un metro de distancia.

Me era surrealista que estuviera hablando conmigo de cosas tan normales como de cuando una vez casi se carga un estante de un supermercado con Guille y Andrés.

Me contó que mientras grababan una receta, cuando fueron al supermercado para comprar chocolate y mantequilla para el turrón, como bebieron bastante cerveza, quisieron llegar a donde estaba el chocolate el cual se encontraba en un estante encima de ellos, llenos de distintos tipos. Guille quiso coger chocolate con leche, ya que el chocolate blanco que usaron anteriormente se les había quemado, así que tuvieron que ir a comprar chocolate con leche. Básicamente el nombrado intentó agarrar la caja entera para bajarla, y al darle tan fuerte las tabletas se cayeron al suelo, Juan se empezó a reír y Andrés, como se ríe dando golpes a las cosas, le estaba dando al estante, provocando que este se doblara hacia un lado, cogieron una tableta y pagaron corriendo, saliendo del supermercado y nunca jamás volvieron a entrar.

Una vez finalizó su historia, la cual me hizo muchísima gracia porque era surrealista, nos levantamos ya que le dije que me tenía que ir, obviamente no me puso impedimento alguno. Agarré todas mis cosas, las cuales tampoco eran tantas y nos pusimos delante de su puerta.

-Te acompaño a tu casa.

-No hace falta niño, estás cansado.

-No era una pregunta. -Habló decidido, odiaba estás situaciones ya que él siempre ganaba, era muy cabezota y no me dejaba replicarle absolutamente nada.

-Juanito, no. Estoy harta de que no me dejes llevarte la contraria, estás cansado y tienes que dormir. -Le señalé enfadada por el estrés de la situación, entiendo que se preocupase por mí pero también tiene que respetar mis opiniones. Coloqué mi dedo índice encima de su camiseta, en el pectoral derecho. Sorprendido por la situación, abrió los ojos y me dejó entrever sus emociones, seguido por una leve sonrisa ladina, lo que hizo que tuviera que desviar la mirada, como siempre, sonrojada.

-Eres cabezota, me gusta… Pero ya enserio Mia, no me importa. -Lentamente me agarró la muñeca y la quitó de su sitio correspondiente, pero no aflojó el agarre. Me di cuenta de que estábamos teniendo contacto, un poco íntimo y mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente. -Vámonos anda, si no me dejas acompañarte no te presento a Lana.

-No Juan Alberto, con animales no se juega. Menos con Lana tío, con lo adorable que es… -Sin apenas conocerme ya había logrado que él tuviera la opción de ganarme en un combate por la razón. Abrí la puerta dándole la espalda a mi acompañante y salí de su dulce morada, sentía los pasos de Juan a mi lado tras haber cerrado la puerta con llave.

-Sabía que al final accederías, los animales son el punto débil más común de todos, él mío por ejemplo. -Llamó al ascensor y quise darle un poco de chicha al momento, así que me metí rápidamente en el cubículo, me di la vuelta mirando hacia la pared de este, ya que estaba “ofendida” por lo dicho del moreno. -Oye, no me des la espalda.

-Estoy enfadada, no tendrías que haber venido tío, esto no puede ser posible. -Me agarró suavemente los hombros e hizo que girase 180º, quedando frente a frente con él. Apartó sus brazos y me sonrió.

-Podré ser muchas cosas, una de ellas es que soy cabezota. Así que como tú comprenderás, no voy a dejar que te vayas a tu casa sola.

-Pero, ¿por qué?. Si no es de noche, además te puedes quedar en el piso durmiendo y descansando, que encima de todo esta noche has tenido que dormir en el comodísimo suelo y todo gracias a mí. -Me desesperaba lo cabezón que podía llegar a ser muchas veces este señor, en persona no lo podría conocer pero en stream es igual, ya que siempre ha sido muy transparente frente a la cámara.

-¿Porque te quiero acompañar? ¿Esa no es razón suficiente?. Me puedo quedar a dormir cuando vuelva y encima tus padres y tu hermano tienen que estar preocupados porque no saben tu percal. -Se abrieron las puertas del ascensor y salimos de él, le brindé una sonrisa ladina y seguí hablando.

-No te preocupes, anoche me anticipé a los acontecimientos y les dejé una nota que decía que iba a estar fuera por la noche y que posiblemente no durmiera allí.

-Con que aquí tenemos a una Mia maga, me vas a tener que predecir el futuro con una de esas bolas raras. No me voy a quejar si lo haces, quisiera saber dónde y con quién estaré en dos años. -Abrió la puerta del edificio, dejándome salir antes, le sonreí por su gesto y por lo dicho anteriormente.

-No soy una bruja Juanito, además esos son videntes y la bola rara me da miedo.

-¿Cómo te va a dar miedo una bola de un vidente? Si es una bola normal.

-Que no… Me da miedo lo que pueda salir de ahí, es decir, mi futuro. Cómo es incierto, prefiero no saberlo y que sea como tenga que ser.

-A mí me daría curiosidad, aunque si que es verdad que si se mi futuro, de alguna forma u otra estaría violando mi conocimiento y la línea espacio-temporal. Con lo cual se podría generar un universo lleno de posibilidades, osea el multiverso. -Una vez cerrada la puerta nos pusimos a cambiar hasta mi casa que no es que estuviera muy lejos de la suya, tan solo a un par de minutos. ¿Casualidad? No lo creo.

-Ay Juanito… Muchas veces es mejor no saber tanto pero ser feliz que saber demasiado y no vivir feliz, por experiencia. -Suspiré tras lo dicho, recordando mi historia con mi ex, no debería ya que fue, es y será un hijo de puta conmigo y se comportó fatal pero no pude evitar pensar en él.

-¿Lo dices por tu ex? -Soltó de pronto inconscientemente, al darse cuenta de lo dicho se tapó la boca rápidamente y desvío la mirada, avergonzado. -Perdona Mia, no intentaba hacerte sentir incómoda ni nada, lo siento.

-No, no, no te preocupes. En parte si, es por mi ex… Aunque no debería de sentirme mal o lo que sea ya que fue él quién la cagó, no siento compasión así que.

-Ole mi niña, así tienes que ser coño, ahora y siempre. Tienes que mirar por tí muchas veces antes que mirar por la gente. -No me di cuenta de lo último que había dicho ya que me llamó con un apodo muy cariñoso "mi niña”, lo cual provocó que se generarán miles de mariposas volando en el interior de mi estómago.

mi perfecta casualidad »illojuanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora