♡꙳⭑
-Está bien, confiemos en ti entonces.
Fuimos caminando hacia el lugar ya que estaba relativamente cerca de donde nos encontrábamos.
Desde fuera parecía muy acogedor, tenía una puerta con un ventanal en un azul verdoso clarito, con unos gorros mexicanos colgando de esta. Una especie de tenderete rojo con el nombre del local daba a entender que lo que servían era la comida típica de ese país de Sudamérica.
Entramos y el restaurante tenía unas paredes de un blanco perlado precioso, con un sofá rodeando toda la pared de la izquierda, separando las mesas por un espacio pequeño. Enfrente de este sofá estaban más mesas, y delante de estas mesas había otra puerta como la de la entrada, dejando ver unas mesas y enfrente una barra donde supongo que se pagaría, al lado de esta había una cristalera para que se viera la cocina.
-Es precioso el sitio, he de admitirlo.
-Ya sabía yo que te iba a gustar, he venido aquí unas 2 o 3 veces, na' más. Pero todas las veces que como aquí me sigue encantando.
-Lo entiendo la verdad. -Me quedé observando el local con la mirada perdida en todos esos rincones y sentía la mirada de mi acompañante puesta en mí, lo que provocó que las mariposas que tenía en el estómago comenzasen a aletear alocadamente.
-¿Cogemos una mesa? -Preguntó, yo asentí con la cabeza y le seguí hasta una mesa que escogió en la esquina del local. Supongo que sería para que nos dejasen tranquilos y que no nos molestaran ya que, a decir verdad, había mucha gente dentro, tanta que casi había que hablarnos gritando, una de las cosas por las que me gustaría no ser de España.
A los pocos minutos vino un camarero y nos ofreció los menús. Dejándome sorprendida al ver la variedad de platos que se podían encontrar.
-¿Pedimos un entrante para compartir y ya lo que cada uno quiera? -Pregunté mirando la carta, yo tenía hambre no os lo voy a negar así que estaba esperando un sí por respuesta.
-Si quieres, vale. Unos nachos que están buenísimos son los de carne picada con salsa ranchera, son los más caros pero vale la pena.
-Dale, por el nombre ya se me apetecen.
-Creo que me voy a pedir un burrito de ternera, la gente habla muy bien de ese plato. Además, viene con queso, arroz, alubias y carne. -Levantó la mirada y asentí con la cabeza. No entendía por qué me producían estas sensaciones estar cerca suya, esos nervios, la piel de gallina, las mariposas... Creo que era porque aún no estaba lista para asimilar que me estaba empezando a gustar.
-A mí me apetece una fajita, creo que pediré la de pollo. Por lo que pone en la carta tiene buena pinta. -Dije, dejamos las cartas de lado y nos quedamos mirándonos uno al otro sonriendo. Gracias a Dios, una camarera se nos acercó y nos tomó nota.
-¿Qué vais a tomar? -Preguntó ella, me sentí observada por ella ya que me aguantaba la mirada súper descarada, parece ser que el malagueño se dio cuenta ya que empezó a hablar él.
-Pues mira, de beber yo quiero una cerveza estrella...
-Yo tomaré una Fanta de limón.
-Perfecto... ¿Habéis pensado algo para comer? -Apuntó las bebidas en su tablet y esperó a que habláramos.
-Pues unos nachos rancheros con carne picada, un burrito de ternera y una fajita de pollo. -Dijo Juan mirando la carta otra vez, la mujer lo apuntó todo y se fue, no sin antes lanzarle una sonrisa a mi acompañante. No sientas nada Mia, no sientas nada... -Qué cojone'.
-Literalmente yo ahora mismo. Escúchame eh... ¿La mirada que me ha echado? -Pregunté frunciendo el ceño, fruto de mi confusión. El malagueño soltó una risita, haciendo que mi corazón se derritiera al verle tan feliz.
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mi perfecta casualidad »illojuan
Hayran Kurgu✧˖⁺⋆ ♡│ILLOJUAN FANFIC Y ahí estaba yo, intentando no caer rendida a sus pies. Pero al final lo hice, deseando que ese sentimiento fuera mutuo. Donde Mia Sorni conoce a Juan Alberto en el AVE a Málaga, tendrán una bonita amistad pero... ¿Llegarán a...