Prólogo

29 3 0
                                    

Dedicatoria:

A las chicas que aman el dark romance, que prefieren al villano por encima del héroe, aquellas que prefieren lo que no es considerado "Bueno, sano o normal" si no lo malo, lo obsesivo, lo perverso; aquellas que amamos los celos no por inseguridad si no por posesión y obsesión.
Aquellas que aman la oscuridad en lugar de temerle.


_____________________________________________________

Verónica Stevens

Salía de la librería con una enorme sonrisa y libros en mi bolso y unos en la mano ya que no había espacio suficiente para todos en mi bolso.

Camine unas cuadras más para llegar al café "Le Petit Café"y de pronto toda esa felicidad se esfumó.

Varias camionetas negras me rodearon. No entendía nada pero supe que no sería nada bueno.

Mi pulso se aceleró.

Comencé a sudar frío.

Mi respiración se detuvo.

Me quedé en blanco.

Un hombre muy alto, con guardaespaldas salió de una de ellas y camino hacia mi. Por instinto me aleje y comencé a correr en dirección contraria, el alzó una ceja y negó repetidas veces con la cabeza.

-Das ist kein Lauf-und-Fang-Spiel, Roni.

"Esto no es un juego de corres y te atrapó, Roni"

Su voz era áspera, fría, ronca, arrastrada e indiferente.

El me conocía.

Hablaba el mismo idioma que yo, el alemán era mi lengua madre.

¿Cómo?

Me detuve al mirar que había más hombres rodeandome y no podía salir, me gire para mirarlo bien. Para ver si lo conocia. Era pelinegro, ojos grises, facciones varoniles marcadas, mandíbula marcada, mirada de superioridad y desafiante, era realmente alto, se veía mayor que yo, vestía un traje formal color negro, sin el saco, con un chaleco formal y con las mangas arremangadas a ¾, tenía tatuajes en el brazo derecho no alcance a ver dónde terminaban ya que se perdían en su camisa blanca, un lujoso reloj en la muñeca izquierda y anillos de plata lo acompañaban.

-¿Qué...? ¿Cómo?-Logre articular.

-Willkommen in meiner Welt, Stevens.

"Bienvenida a mi mundo, Stevens"

Sentí unas manos detrás de mi y a partir de ahí.

Todo se torno oscuro.

Mi obsesión enfermizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora