Verónica Stevens
-Señorita...
Tocaron a la puerta y me aferre a la almohada.
-Te equivocas de habitación, Vany-respondió y volvió a dormir.
Fue entonces cuando me di cuenta... ¡Oh, no!
Abrí los ojos y me levanté rápidamente. Estábamos en el suelo y Alex seguía dormido.
Joder ¿tanto bebi? No recordaba haber dormido con el. Recordaba la película, las mascarillas, las bandas con orejitas, la pelea de almohadas y que empezamos a beber, pero de ahí en más... Nada.
Pensé que se había ido a su habitación pero no. Estire mi mano y le di golpecitos en la espalda. Abrió los ojos y con un movimiento rápido yo estaba en el piso y el a horcajadas sobre mi con su mano en mi cuello.
Me miró fijamente y se bajó de mi.
-Lo siento, creí que eras alg... Espera ¿Que haces en mi habitación?
-¿Tuya? Es mía, tonto.
Miró hacia los lados y se puso de pie.
-¿Que hora es?
Mire el reloj que estaba en mi mesita de noche y apreté los labios mientras me giraba a mirarlo de nuevo.
-Las once de la mañana.
-¡Mierda!
Salió de la habitación y me quedé ahí. Viendo todo el desastre de anoche y suspire.
-¡Vany, bonita, ven!
Tardo dos segundos en estar ahí. Ella me miraba sorprendida y yo la miraba confundida.
-¿Me dijo "bonita"?
-Claro que si, lo eres-ella sonrió y me agradeció-¿Podrías traerme una pastilla? No soporto la cabeza.
-¿Usted durmió con el señor?-se tapó la boca con las manos-. Discúlpeme. No es de mi incumbencia.
-Si, aunque no de esa manera claro... Dos cosas, Vany. Hablame de "tu" y no te preocupes pregunta lo que quieras.
-Esta bien, Verónica -señaló el desastre a nuestro alrededor y me miro-En cinco minutos devuelvo tu habitación a la normalidad.
-No, no te preocupes, solo tráeme esa pastilla y yo ordeno aquí.
-Pero ese es mi trabajo...
-Si bien recuerdo; Alex dijo "Tu dama de compañía" en ningún momento dijo "Tu sirvienta" o algo parecido. Tu solo me tienes que acompañar a hacer compras, a salir y a vestirme. Nada más. Yo me encargo de esto.
Ella asintió y salió de la habitación.
[....]
Me tire en el piso cuando termine de ordenar todo y encendí el aire acondicionado. Dios mío. En mi vida hago esto de nuevo... Lo de beber, claro.

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Mi obsesión enfermiza
AléatoireEn mi desesperado intento por hacer al mundo arder el mío ardió con el. ...