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Desperté de golpe, jadeando y asustada. Los ruidos que venían del jardin me asustaron.

—Señorita Stevens

—¡AHH!—grite y del susto caí del sillón al suelo y mire que era Max—. Me asustaste.

—¿Qué yo la asusté? Pues si el que tiene miedo soy yo. Su grito se escucho hasta el campo de tiro.

Alex entro corriendo a la biblioteca con una pistola en la mano.

—¡¿Que sucede?!—preguntó Alex mirando hacia los lados y luego a mi.

—¡BAJA ESO!—su mirada paso a Max y bajo el arma— ¿Estás loco o que te pasa?

—Escuche que gritaste, tonta. Pensé que estabas en peligro.

—Si, por cierto, tu cubierta no avisa si alguien entra.

Ayer había llegado una mujer a entregarle algo y entro como si nada. Yo esperaba una alarma o yo que se.

—¿No?—su ceño se frunció y miro a Max—. Que reconfiguren la cubierta, que usen la aleación de oro y titanio del satélite táctico serafín, eso asegurará la integridad del fuselaje sin comprometer la proporción entre el peso y la fuerza ¿Oíste?

—Si señor.

Y se fué, ya está.

—¿El para qué, cosa de quién?—pregunté confundida.

—Cosas insignificantes, no te preocupes por eso—contesto Alex y luego me miró con una sonrisa maliciosa—. Salta.

—¿Qué?

—Salta, así te ahorras rodear la biblioteca y bajas más rápido.

Se quitó el saco quedando con su chaleco negro y camisa blanca y se arremango la camisa a ¾ y extendió los brazos. ¿Quería que saltará desde aquí arriba? Estaba jodidamente loco.

Vida solo una. Dale.

Me subí a la barandilla y tomé aire.

—Y yo espero hasta mañana...

—Si no me atrapas, voy a morir, ¿sabías?—me aferre a la estructura de concreto que tenía a un lado como si fuera lo más importante en mi vida.

—Y una mierda. Claro que te voy a atrapar, vamos, salta.

Tomé aire y salté. La adrenalina subió rápidamente y el miedo desaparecio. Alex me atrapó y me pegó a su cuerpo mientras reía. Yo lo mire unos segundos y comencé a reírme junto con el.

—Hoy tengo el día libre ¿Que te gustaría hacer?

Lo mire sorprendida y enarque una ceja.

—¿En serio?

—No, como crees... Pues obvio, si.

—Sinceramente no pensé que un mafioso como tu, que se ve tan serio y sádico le gustará salir...

Admití, era verdad. Si ves a Alex tu primer pensamiento es "Me va a matar en dos segundos, va a quemar mi cuerpo o vender mis órganos luego me tirará en un barranco donde nadie me encuentre". Pero no, Alex era normal, como yo... También cualquiera que viera su aspecto diría "Es frío, cortante, sin mostrar ninguna expresión, te mataría sin ningún remordimiento...."

Eso sí es verdad, a eso se dedica, fácilmente asesina gente y no siente culpa ¿O tu lo ves que sienta remordimiento?

<<Bueno... No>>

Ahí tu respuesta.

Ahora hablo sola...

Me miró con las cejas alzadas mientras chasqueaba la lengua.

Mi obsesión enfermizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora