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PARA LOS SLYTHERIN, había sido una semana particularmente dura. Isadora y Astoria habían tenido que soportar a Daphne hablando sin cesar sobre la derrota de Gryffindor a Slytherin y cómo sospechaba que habían hecho trampa.
Durante uno de sus paseos nocturnos, Isadora creyó haber visto a Ron Weasley besando a Lavender Brown, pero algo no terminaba de cuadrarle.
En su mente, aún persistía el recuerdo del encuentro que había tenido con Harry la semana pasada. Música, baile y sonrisas. Todo junto, formando una unión de dos almas.
Sin embargo, no tenía tiempo para reflexionar sobre eso. Había sido invitada al baile de Navidad que organizaría Slughorn, y por supuesto, tenía la intención de asistir.
Así que, ella logró conseguir un vestido que había sido heredado de su madre.
¿Los Malfoy usando ropa heredada? Era algo que nunca se había visto antes. Sin embargo, aún no se podía afirmar con certeza que estuvieran en quiebra. A pesar de los tiempos difíciles, con la herencia de las familias Black y Malfoy corriendo por sus venas, era técnicamente imposible que cayeran en la bancarrota.
El vestido que había conseguido era de corte largo y ceñido, con un hermoso color marrón y delicados detalles bordados que adornaban la exquisita tela. Presentaba un escote recto y tirantes finos, llegando hasta el suelo y estaba diseñado para realzar su silueta. Los detalles bordados añadían un toque adicional de elegancia que Isadora podía lucir con total confianza.
