Damian Darlin' (Iturbide X Bustamante)

02.Caprichos

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❛[Caprichos]❜

[ POV: Iturbide ]

Llevamos días en el sitio de Cuautla, como realistas accedimos a bienes que Calleja le había pedido al virrey Venegas pero sin embargo no eran suficientes para el mes que ya llevamos sin contacto alguno. Anastasio se quejaba entre las platicas que teníamos con los demás militares sobre lo difícil que era atender los diversos males con las escasas municiones y ahora más con la extraña fiebre que aqueja a ambos ejércitos.

En estos momentos la sangre me ardía en tan solo pensar las condiciones precarias en las que José María Morelos tenía a su ejército ¿acaso no cabía la humanidad en ese hombre?, como militar estas preparado para estos casos pero los inocentes que tomaban por "soldados" no lo estaban.

Y luego estaba Anastasio, desde su confesión me es difícil lidiar con el sueño pensando en cómo puede atraerle a un hombre, jamás me había pasado, no estaba preparado para tal confesión que de ser escuchada nos hubiera costado la vida. La duda persistía, tantos días separado de Ana María incrementan el deseo carnal imposible de satisfacer, conocía las prácticas homoeróticas que se llevaban a cabo en algunas tertulias y las temía incluso sabiendo que compañeros las llegaban a practicar para aliviar la necesidad constante.

—Agustín—Filísola me saco de pensamientos.

—Dime—le respondí con las manos frotando mis párpados mientras tenía los codos sobre una mesilla en nuestra tienda.

—Se que no eres partidario de traer a tu mujer a estos menesteres—paro nervioso y le puse la mirada encima—Pero te ha desobedecido.

—¿Cómo?—grité levantándome de la mesa sintiendo el coraje recorrerme hasta las patillas.

—Has venido con tus hijos y la nueva bebé —Filísola respondió temeroso.

—En ella solo cabe la incongruencia—había recordado el nacimiento de mi hija hacía unas semanas atrás, había prometido ir pero me era imposible.

Caminó a zancadas al carruaje que los había conducido hasta aquí cargaba a Juana entre brazos mientras Jerónimo se aferraba a su falda tomando a Sabina con él.

—Haz resuelto desobedecerme —le exclamé molesto casi gritando borrando de mi conciencia la presencia de mis hijos—¿Es usted capaz de recordar su rol señora?.

—Agustín los niños—me dijo entre dientes.

—¿Ahora piensas en ellos?— le dije ya enfrente de ella—Estamos en un Sitio ¡no te puedes aparecer así!—la tomé entre los hombros.

—Tu como padre no has dado la cara por la criatura que di a luz ¿Qué esperabas?—me dijo entre lágrimas.

—Ana María no me exijas algo que ni tú eres capaz de comprender—amenace—no hace falta que esté ahí para que el mundo sepa que soy padre de mi hija ¿o es acaso que me has traicionado mi señora?

—Como se te ocurren tales acusaciones —me dijo indignada y con lágrimas.

—Entonces te pido por favor que no exageres la situación Ana—la calma comenzaba a aparecer.

Le sostuve la mirada a Ana que como era común apretaba sus labios y lloriqueaba en silencio intentando ser fuerte frente a mi pero era imposible y eso me hacía entender lo duro que había sido, bese su cabeza y destape a la bebé riéndome con ella y tomándola entre mis brazos dándole un ligero arrullo y completamente embelesado.

—¿Podría ser más hermosa bastando con el hecho de parecerse a su perfecta madre?—le dije a mi mujer que se sonrojo inmediato y no dude más en atacar sus labios con galantería—Ya es tarde no me gustaría que tomen estos caminos muy noche—le recogí un mechón de su cabello—mañana temprano partirán a la hacienda sin reproches Ana—la amenace y ordene que bajaran sus cosas e las instalaran en mi tienda.