Damian Darlin' (Iturbide X Bustamante)

04.Coronel

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❛[ Coronel ]❜

[ POV: Iturbide ]

La cúspide de mi carrera, lo tengo todo y lo he conseguido con mi sangre y sudor, todas las batallas ganadas contra esos salvajes sin que nadie me detenga, el miedo corre por su cuerpo y el título de "Dragón de Hierro" se eleva con cada movimiento en contra de esos guerrilleros.

Ahora soy el Coronel del regimiento de Celaya y las tropas están confiadas a mi mando a Morelos le sobran días de vida,aunque el logro se lo llevara Calleja como es costumbre, eso me atormentaba porque entonces ¿De qué servía la gloria en vida? si al final quien pasaría como triunfador era Calleja por el hecho de ser el español en cambio yo pobre criollo no lograría mi éxito propio, eso elevaba mis pensamientos libertarios.

—No has dormido nada— su voz me sacó del trance mientras observaba el techo cubierto por las sábanas hasta el cuello.

—No puedo, estoy pensando en Calleja en que otra vez se llevara su falsa victoria que me pertenece a mi—no apartaba la mirada del techo.

—Damián, somos criollos ni asesinando a todos los insurgentes te llevarás los aplausos tú—me dijo serio.

—No es justo—dije irritado.

—Nada es justo— respondió—ni siquiera estas noches una vez cada tantos meses—se acercó y recorrió con las yemas de sus dedos mi vello del pecho que aún estaba mojado por el sudor que generaba el calor de la habitación y el pecado cometido.

—Sabes que lo hago por nuestro bien, esto no puede ser siempre—lo rodee con mi brazo mientras acariciaba sus patillas—Pero ¿Qué tal se siente, ah?-Gire sobre la cama hasta estar recostado sobre él tomando su barbilla.

—Cada encuentro te parece hacer más experto—río—pero no lo suficiente para superar al maestro—mientras lo veía atento me robo un beso demostrando su habilidad una vez más.

—Me tendré que esforzar más— ladee la cabeza y regrese a mi lugar aun con un hueco en el estómago.

—Dígame que lo atormenta mi Coronel—me rodeó por la espalda sentí su respiración contra mi cuello y solté el primer golpe—Tengo que regresar a la hacienda en Valladolid, hay problemas.

—¿Ella te lo pidió?— se alejó y preguntó con un tono serio y un poco denigrante

—No, los problemas son aquí, en la guerra—le respondí un poco molesto por como nombraba a Ana-Calleja me ha traicionado, me está culpando de cargos que son órdenes suyas pero las disfraza como mías—me levanté de la cama y me comencé a vestir.

—¿Y por qué te tienes que ir allá?—me preguntó un poco más relajado.

—Porque es mi casa además no me quieren aquí en la guerra, me meto en más problemas—termine de ajustar mis botas y me acomode el cabello frente al espejo.

—¿y nosotros?—lo mire a ver de reojo por el espejo sus ojos estaban cansados.

—¿nosotros?—le respondí desinteresado y su boca dibujó un gesto de mal sabor.

—¿no te interesa cierto?, al final del día siempre es ella—me gire a verlo,pude notar que apretaba su quijada para evitar el llanto.

—Ana, es mi mujer, la madre de mis hijos—le respondí—la mujer que amo-trague saliva después de decir lo último y hubo un silencio grande.

—Claro, tu "mujer—"la última palabra la remarcó—era de esperarse de usted Coronel—dijo irónico.

—¿A qué te refieres?— le pregunté.