En la bruma de la historia, en el eco de las olas,
donde el viento susurra secretos de valentía,
se alzan los héroes, los veteranos de Malvinas,
con sus rostros marcados por el tiempo y la agonía.En las Islas del Sur, bajo el cielo austral,
se libró una batalla que marcó corazones.
Soldados jóvenes, con sueños truncados,
defendieron la tierra, desafiando tormentas.Sus uniformes empapados de sudor y lucha,
sus botas hundidas en la tierra fangosa,
cada paso resonaba como un grito silente,
un llamado a la patria, un clamor de esperanza.Las montañas de Malvinas guardan secretos,
testigos mudos de aquellos días de fuego.
Los cañones rugieron, las balas silbaron,
y los corazones latieron al ritmo de la guerra.En las trincheras, la noche se volvía eterna,
las estrellas parecían lejanas y frías.
Los veteranos, con miradas cansadas,
soñaban con volver a casa, con abrazar a sus seres queridos.Después de la batalla, la victoria o la derrota,
los veteranos regresaron, pero no eran los mismos.
Sus almas llevaban cicatrices, sus ojos reflejaban el dolor,
y en sus manos temblorosas sostenían la bandera.La multitud los recibió con aplausos y lágrimas,
pero solo ellos sabían el precio que habían pagado.
Las Malvinas se habían convertido en parte de su ser,
y en cada paso, en cada recuerdo, vivían la historia.En los cementerios de las Islas, las cruces blancas
se alinean como centinelas de la memoria.
Los nombres grabados en piedra, los rostros jóvenes,
testifican el sacrificio, la entrega, la lealtad.Los veteranos se arrodillan ante las tumbas,
sus manos acarician las letras desgastadas.
Prometen no olvidar, honrar la sangre derramada,
mantener viva la llama de la justicia y la paz.Este poema es un tributo a los veteranos de Malvinas,
a aquellos que lucharon en la distancia y el frío.
Que sus nombres resuenen en los vientos del Atlántico,
que sus historias perduren en las páginas de la historia.A los héroes que regresaron y a los que descansan,
a los que aún llevan la carga de la guerra en sus almas,
les dedicamos estas palabras, este canto de gratitud,
porque su valor y su sacrificio nunca serán olvidados.En las noches estrelladas, cuando el viento susurra,
los veteranos de Malvinas se reúnen en silencio.
Sus miradas se cruzan, sus manos se entrelazan,
y en ese instante, las Islas cobran vida una vez más.Los recuerdos fluyen como ríos de nostalgia,
las risas y las lágrimas se mezclan en el aire.
Los amigos caídos, los camaradas perdidos,
son parte de su existencia, como las olas en la playa.Los veteranos de Malvinas no buscan medallas,
solo anhelan que su historia no se desvanezca.
Que las generaciones futuras escuchen su voz,
que comprendan el significado de la lucha y la hermandad.En cada amanecer, en cada bandera ondeando al viento,
los héroes de Malvinas están presentes.
Sus nombres grabados en el alma de la nación,
su sacrificio es el faro que guía hacia la libertad.Así, en el corazón de la historia, en el eco de las olas,
los veteranos de Malvinas permanecen inmortales.
Su coraje y su amor por la patria trascienden el tiempo,
y en cada verso de este poema, su legado perdura.
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Estrellas en la oscuridad☆~
PoesiaEn tiempos oscuros, son pocas las cosas que pueden iluminarte. Y eres tú quien decides si se mantiene ciego o deja recibir la luz.