¿Estocolmo? [Minsung]

Necesidad.

Minho no vio a Jisung después de que el sol se ocultara, largas horas en llanto se habían perdidos, el plan de suplicar por ver a su hermana no podía hacer nada para intentar escapar.

Estaba perdido.

Jisung apareció vistiendo su pijama de patitos de color naranja mientras sonreía con la cena en mano, Minho parecía estar hambriento por no haber probado ni un bocado en toda aquella mañana, lo único que logro fue ir al baño que se encontraba a unos pasos de su cama, donde apenas podía llegar el agua helada.

¿Por que no sospechaban de él si era malditamente sospechoso?

—Conejito, vine lo más pronto posible, has de tener hambre, te traje de tu comida favorita, esta vez quedo mejor —sus palabras salio tan demandante con su suave voz, que provoco que aceptara la petición si rechistar, tomando la bandeja que fue entregada en sus manos de manera tranquila.

No dudo, comenzó a comer y a beber rápidamente, mientras escuchaba los halagos que Han le bombardeaba como todos los días.

Sabia que era lindo, pero el único ser capaz de idolatrar su alma de aquella manera tenia que ser un homosexual loco por él.

—Escuche a Jisoo, ¿por que mentiste, Hannie? —No se enojo, en su rostro mostraba una falsa curiosidad, incapaz de enojar a su secuestrador que lo observaba comer con detalles, asegurándose que comiera todo lo dado—. ¿Yo? Honnie, no he mentido en nada. Solamente escondí que tú estas aqui... Me dolería mucho si te alejan de mi lado ¡No seria nadie! —exagero, mientras que se recostaba en la cama de Min, para frotar sus manos sobre su rostro de manera cansada, continuando con sus palabras—:Minhonnie, tú no entiendes, no lo entiendes porque  has tenido todo desde pequeño, eres hija de una hermosa modelo, mi mamá siempre leía las revista donde salia ella, tu padre es el alcalde de Seul, tu hermana mayor es una embajadora en el extranjero y Jisoo es una diseñadora increíble. ¡Vienes para ser exitoso! pero... yo, yo solo nací por un accidente que no tuvo que haber ocurrido jamas, un error del mundo que tenia que ser eliminado cuando se pudo.

La lastima se apodero en ser de Minho, no conocía la vida de Jisung, siempre lo vio como un chico gordo que era alimentado por sus padres hasta reventar; no sabia que tan mala podía ser la vida de un ser humano tan sonriente, tan cariñoso como lo era Han Jisung.

—¿Que quieres de mí, Han? —.Sin notarlo la cercanía para ambos se hizo peligrosa, provocando que Jisung soltara un maravilloso suspiro que mezclo la timidez y el deseo— A ti, Minho.

Sin poder evitarlo, rozo sus labios con los temblorosos labios de Han, que hizo que bajara la guardia, sintió como los latidos de su corazón se habían acelerados, deseando como nunca aquel beso, aquella sensación que solo podía darle Minho.
Un pequeño beso inicio, donde sus labios se movían a un compás que maravillo al castaño, sometiendo su cuerpo hasta abrazarlo, sosteniendo este para que no escapara, manteniendo un ritmo que ambos parecían ser experto en eso.

Lo que diferencia entre todo, era que Minho se encontraba en negación con ese beso, mientras que Han si lo disfrutaba, si deseaba ese beso desde que tenia 16 años.

Era la única manera de escapar; enamorar a su secuestrador.