En el mundo de la industria musical coreana se permite el reclutamiento de alfas y omegas para ser idols. Sin embargo, se ha vuelto todo un desafío desde el momento en que en el año 2010 un idol omega fue marcado por un alfa con quien mantenía una r...
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Una vez más logró que Sunoo se calme. Con mucha paciencia logró que desayunara y tomara sus supresores, luego le dio un baño en el que a través de un mensaje informaba al resto de los miembros que despejaran en camino en casa. Sobre todo era necesario alejar a Ni-ki y Jungwon para que ni Sunoo ni Jay se pongan en alerta.
Cuando ambos estaban limpios, no sirvió de mucho porque Sunoo se apegó al cuerpo de su alfa nuevamente y lo impregnó de sus feromonas. Pero al menos ya estaban más relajados y sin maquillaje ni sudor molesto, sobre todo para Sunoo que debido a la fiebre sudaba más.
Más tarde, vieron una de las películas favoritas de Sunoo mientras almorzaban algo delicioso desde la cama. Jay hizo que bebiera el té verde, lo cual calmó su dolor de cuerpo y se durmiera profundamente de nuevo.
Esta sin duda era la parte fácil. Sunoo aún no se volvía agresivo y exigente lo cual era bueno. Jay sentía que todo estaba bajo control porque era él quien lo cuidaba. La última vez se había asustado terriblemente cuando vio a Sunghoon sobre Sunoo siendo totalmente dominado por su alfa. El menor era tan exigente que había logrado marear al alfa con sus feromonas hasta convencerlo de que se encargue de su necesidad, estaba tan cegado que incluso había olvidado a su verdadero alfa. Por suerte nadie salió lastimado. Todo había sucedido porque Sunghoon había dejado los supresores por una semana entera por temas médicos. Así era más fácil ceder a sus instintos.
Por la tarde, Sunoo se despertó con mucha fiebre por lo que Jay puso algunos paños fríos sobre su frente. Aunque el supresor debía dar alguna clase de efecto este parecía no funcionar.
—Alfa... —Sunoo masculló.
Jay comenzó a sentir el aroma de Sunoo, como el Ylang Ylang, fresco, dulce y asilvestrado. Era su olor favorito en todo el mundo. Sus pupilas se dilataron porque sabía que Sunoo estaba excitado y lo estaba llamando. Sin embargo, se acercó a él y dejó salir sus feromonas, con un agradable olor a vainilla y canela horneadas.
Sunoo respiró profundo en el cuello de su alfa, se aferró a su cuello apegándose más a su cuerpo, subiendo su pierna sobre las caderas de Jay, casi arrimándose sobre su cuerpo.
—Alfa, por favor, hazme tuyo... —Sunoo susurró—, muérdeme y deja tu marca en mi.
Jay cerró sus ojos respirando hondo, intentando calmarse, reprimiendo sus instintos. Su alfa estaba tan enojado, pero sabía que era por el bien de Sunoo, todo estaría bien.
—No necesito marcarte, corazón, eres todo mío con o sin esa marca ¿Está bien?
Jay unió sus labios en un beso necesitado. Porque realmente necesitaba sentir ese contacto con Sunoo, aunque sea para que su alfa se calme. Y en serio, no sabía de donde sacaba tanta fuerza de voluntad, porque deseaba a Sunoo tanto como Sunoo a él, pero su bien y el de su grupo estaba por sobre cualquier instinto.
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