𝖠𝖫𝖨𝖡𝖨 › 𝙀𝙉𝙃𝙔𝙋𝙀𝙉

𝟏𝟎

Pasaron 8 meses hasta el día en que todo el mundo comenzó a sospechar sobre una posible marca en el cuello de Sunoo.

La empresa había encontrado la manera de ocultarla y lo habían logrado exitosamente, hasta que el día inesperado llegó, porque las personas que se hacían llamar fans, pero que tenían malas intenciones detrás de todo lograron filtrar una imágen de Sunoo.

Había sido tan estúpida la manera en que comenzaron a sospechar, ya que le habian tomado una fotografía caminando en un parque cercano al río Han junto a Jungwon. Sunoo se agachaba para amarrar los cordones de sus zapatillas y a través de su camiseta se marcaba la silueta de un parche para cubrir tatuajes que usaba sagradamente cuando salía a la calle.

Por algun motivo, pensaron que si llegaban a notarlo era mucho mejor que solo quedará como un rumor y especulaciones a como una verdad absoluta.

Sin embargo, las especulaciones se habían vuelto en una bola de nieve que ahora tenía a todos sus fans preguntándose sin eran cierto que Sunoo había sido marcado.

Cuando tuvieron la reunión grupal en la empresa discutieron acerca del tema ya que incluso algunos medios de comunicación oficiales estaban curiosos acerca de la respuesta, entre ellos Dispatch.

Si no daban una respuesta pronto, la empresa sería capaz de averiguarlo por sus propios medios y Sunoo no estaba dispuesto a exponer a Jay.

—Creo que lo mejor sería decir que fui marcado —Sunoo dio su opinion cuando llegó su momento.

—Nos perjudicará —respondió Heeseung.

—Jay ¿Tú que opinas? —Jungwon le preguntó.

En una conversación que había tenido previamente con su omega, habían llegado al mismo acuerdo.

—Sí los fans se enteran que Sunoo fue marcado por alguien externo a nuestro grupo es bastante probable que eso nos perjudique negativamente —contestó Jay.

—Eso es lo que digo —insistió Heeseung.

—Lo contrario si tuvieran la pista de que fue uno de nosotros... —Jake captó lo que Jay quería decir y todos se quedaron en silencio.

—¿Pretenden seguir con la coartada? —el mánager interfirió.

—Vamos, son cinco alfas y estoy seguro de que la primera persona que pensarán marcó a Sunoo es Sunghoon, o Ni-ki como mucho, incluso Heeseung. Jay y Jake son los menos probables porque casi no los relacionan —Jungwon apoyó la idea al darse cuenta de la idea que Sunoo y Jay tenían.

—Podríamos hacer otro live grupal con las coartadas de cada uno y nadie podría adivinar que fue Jay —sugirió Jake.

—Está bien —el mánager accedió después de pensarlo unos largos segundos—, lo hablaremos con el gerente.

Después de esa reunión, Sunoo y Jay se reunieron en casa al final del día. El omega se dirigió a la habitación de su alfa y lo encontró tocando la guitarra pacíficamente.

—¿Alfa? —Sunoo susurró al entrar

Jay alzó su vista y apartó la guitarra de su regazo.

—¿Corazón? ¿Estás bien?

El menor caminó hacia él y se sentó en su cama con algo de distancia, pero Jay tomó sus muñecas con cuidado y lo atrajo a su regazo.

Sunoo se sonrojó y sonrió dejándose abrazar por su alfa.

No estaban acostumbrados al contacto físico. Es por eso que nadie podía notar siquiera lo mucho que se amaban, o esto era interpretado como un sentimiento de hermandad. Pero lo cierto era que Jay amaba mucho a Sunoo y Sunoo a él.

—Estoy bien, solo un poco nervioso y quería que me abraces.

Jay sonrió y abrazó a su omega dejando pequeños besito en su mejilla y cuello, hasta llegar a su marca.

—No me arrepiento de hacer esto ¿Lo sabes?

Sunoo asintió en silencio viendo sus ojos con una sonrisa enorme en sus labios, sus ojos brillaban de felicidad.

—Te amo, mi alfa.

—Y yo te amo, mi precioso omega.