Instituto PLL

Capítulo 12: El Drama Más Importante

INSTITUTO PLL

CAPÍTULO 12

Era un nuevo día, y Mateo se despertó desde fuera de su cama y se rascó las pelotas. Podía sentir el sarpullido de sus pelotas y se estaba volviendo peor que antes.

-Una enfermedad continúa haciendo estragos en mis pelotas,- dijo Mateo mientras lo escribía en su diario que ahora había recuperado de Diego cuando este lo cogió del instituto después de que Mateo se lo diese a la Señorita Daomi.

Mateo había terminado de quejarse de sus pelotas y se fue a la escuela. En clase de Historia, le habló a Ghost.

-Hey Ghost,- le dijo Mateo a Ghost.

-Hola Matt,- dijo Ghost y le besó acaloradamente como una NoVia.

-¿Cómo va la cosa?- dijo Mateo a Ghost.

-Es horrible, tengo malas noticias,- le dijo Ghost a Mateo.

-Apesta. ¿Quieres tener sexo más tarde?- le dijo Mateo a Ghost.

-No gracias. Todo está muy ocupado ahora mismo.- le dijo Ghost a Mateo.- Mi mala noticia es que tengo que ir a ver la obra esta noche para clase.

-Wow, eso no es justo,- le dijo Mateo a Gust.- Incluso el director dice que esta obra es super gay. Pero supongo que tendrás que ir, lo siento.- La obra de la escuela era muy gay.

-Quería saber si querrías venir conmigo,- le dijo Ghost de un modo a Mateo que sonaba como si estuviese intentando ser atractiva.- La obra será mucho mejor con alguien más allí.

-Esta es la verdadera mala noticia. No me quiero acercar a la obra. Pero iré para que podamos tener sexo después,- le dijo Mateo de vuelta a Ghost. Ghost besó a Mateo, y eso mismo le hizo Mateo a Ghost, y hacían una pareja muy mona, buenorra. Entonces Mateo y Ghost tuvieron el resto de la clase y Mateo fue a otra clase pensando en lo mucho que iba a apestar que él tuviese que ir a la obra esta noche. La obra era solo un puñado de gente haciendo cosas gay y música, como un coche lleno de perdedores.

Mateo estaba ahora en una clase diferente donde Iggy y Limbo estaban también en la clase. Iggy estaba con Rosgon y Arcus, también, como siempre ahora.

-Hey tíos,- les dijo Mateo

-Hey Mateo,- le dijeron a Mateo juntos al mismo tiempo para ganar tiempo.

-Qué hay de nuevo,- les dijo Mateo.

-Leo ha estado actuando realmente raro y diferente últimamente.- dijo Limbo de un modo oscuro, que es como él.

-Probablemente está nervioso por la obra,- dijo Iggy sugestivamente.

-Yo no haría ningunas suposiciones, pero debemos mantenerle vigilado para asegurarnos de que está bien.- dijo Arcus Arcus había resultado ser un bebé realmente guay.- Preveo algo extraño en la obra esta noche.

-La obra es gay.- dijo todo el mundo a la vez, estando de acuerdo. Todo el mundo lo sabía.

¿Qué tal os va a ti y a Diego?- le dijo Limbo a Mateo.

-Diego sigue odiando mi cuerpo por dentro y por fuera.- dijo Mateo casi con lágrimas en los ojos, pero era demasiado grande y hombre para eso.- Es tan duro ser mejores amigos con alguien que te odia y que no quiere hablar contigo.

-Sé cómo lo dices,- dijo Limbo.- Mucha gente me odia porque soy oscuro,- dijo Limbo,- Pero no estoy intentando ser un supervillano. Es solo quien soy.- Limbo entrecerró los ojos a la gente de su alrededor de un modo que es difícil de describir y continuó.- Cometo crímenes en la ciudad, pero no soy una mala persona. Puedes hacer cosas malas y cometer errores a veces y seguir siendo una buena persona, y le deberías seguir gustando a la gente por ello, a no ser que seas realmente una mala persona, como DD, que es un pedazo de mierda. Quizá un día la gente vea que soy una buena persona, incluso aunque sea oscuro.

Mateo escuchó lo que Limbo decía tan poderosamente, que era como si Mateo lo hubiese escrito todo en un trozo de papel y lo hubiese puesto en una carpeta especial en un lugar seguro para así poder volver a leerlo siempre. Entonces Mateo picó en sus pelotas. Sus pelotas eran una ruina. La clase acabó y el resto de la escuela también y Mateo se fue a casa pensando en cómo sus pelotas eran como dos zepelines cubiertos por volcanes que pudiesen encajar dentro de zepelines y también picaban.

Cuando Mateo llegó a su casa la Mamá de Mateo caminó hacia él y dijo,

-Mateo, he ido a limpiar tu habitación y he visto que habías escrito sobre tus problemas gays de pelotas. Estoy preocupada por tus pelotas y temo que pueda ser una enfermedad mortal así que je pedido zita con el médico. Pero antes tendremos una cena. Tengo más comida china porque sé lo mucho que te gustó la última vez.

-No leas mi diario, MAMÁ.- gritó Mateo. Entonces Mateo fue y se comió la comida y justo como la última vez, lo has adivinado, había una galleta de la fortuna, y Mateo la abrió y se comió la parte de la galleta y guardó el papel dentro para leer la mágica fortuna del papel. Miró al papel y lo leyó y decía "La enfermedad pública de un hombre causará la muerte de millones". Algunas personas no creían en lo que decían las galletas de la fortuna pero Mateo sabía que eran mágicas y siempre tenían razón, así que estaba un poco preocupado y se preguntó qué podía significar.

Entonces Mateo fue al médico. A Mateo no le gustaba ir al médico porque era chino (como la comida que se había tomado Mateo) y le hacía sentir nervios. Mateo entró en la habitación de su médico y se sentó en la silla que le dijo el médico. El médico sacó algunos papeles y los miró.

-Hola Mateo. Ha pasado un tiempo desde que te vi por última vez. La Mamá de Mateo me cuenta que estás teniendo ploblemas con tus pelotas. Voy a hacelte algunas pluebas, pelo plimero voy a milal tus papeles. Veo por milal a tus papeles que tus pelotas y pene son los más glandes en tu Instituto. Buen tlabajo, Mateo.- Dijo el médico. Mateo apreció la verdad y asintió su cabeza y sonrió. Está bien hablar de tu pene y tus pelotas con el médico porque eso es lo que hacen, incluso aunque eso les haga automáticamente gay. El médico ganaba un montón de dinero así que ser gay probablemente valía la pena.

Entonces el médico empezó a hacer pruebas. Mateo las pasó todas alucinantemente e incluso el médico estaba sorprendido de cómo Mateo era el mejor en todo, excepto ser listo, en lo que Diego era el mejor, pero Mateo seguía siendo bastante listo, también. Entonces llegaron a la última prueba, que era sobre las pelotas de Mateo. El médico sacó un tubo de prueba y lo llenó con trozos de las pelotas de Mateo, y los analizó con máquinas. Las máquinas imprimieron informes sobre ello y el médico los cogió y los miró con sus ojos muy muy chinos.

-Esto tiene mala pinta,- dijo el médico, mirando los informes que la máquina había impreso sobre las pelotas de Mateo.- Palese que tienes una glan enfermedad.

-Uh-oh, ¿qué voy a hacer?- le dijo Mateo, al médico, realmente preocupado por el bienestar de sus pelotas.

-No lo ché. Esta es una enfelmedad legendalia que solo apalese una ves cada milión de anios. Nadie ha encontlado jamás una cula pala esta enfelmedad y lo que puede hacel es muy malo. Esta enfelmedad ilá de tus pelotas a tu pene y entonces subilá a tu celeblo y puede matalte eventualmente. Hay otras cochas que hace plobablemente, pero no lo ché polque es muy lala y simplemente tendlás que iamalme y contalme qué hace cuando lo descublas. Todo lo que puedo decilte ahola mismo, Mateo, es que mantengas tus pelotas lejos de todos los que conozcas. No las toques para otlas pelsonas porque se extendelá, y morilán, y se extendelá más, y todo el mundo puede estar en juego. Pol favol ten cuidado.- Dijo el Médico, de un modo calmado pero también asustado porque era muy serio.

-¡No! Pero tengo que tener mi primer sexo con Ghost. ¡Íbamos a hacerlo en la obra a la que voy desde aquí!- dijo Mateo, llorando, triste y enfadado y asustado de cosas. Las pelotas son una parte importante del sexo. Mateo estaba siempre muy sano y era la persona más rápida de la historia, pero algunas cosas simplemente nu pueden ser detenidas, como esta enfermedad de pelotas.

-Qué pena,- dijo el médico.- Si hases eso, selá horrible, y la plimela pelsona que molilá será Ghost. No debes quelel que tu NoVia muela.- El médico tenía razón, pero Mateo seguía estando preocupado por eso.

-Vale. Bueno, ahora tengo que irme a la obra,- dijo Mateo y corrió fuera con los sentimientos más nerviosos que hubiese tenido jamás. Mateo pensó en ello, y era el drama más importante del Instituto. ¿Qué es más importante, salud o amor?