Instituto PLL

Capítulo 17: Colándose

INSTITUTO PLL

CAPÍTULO 17

-¡Coño! Esta ventana no se abre, ni siquiera un poco,- dijo Mateo, mientras intentaba empujar la ventana de la casa donde estaba Leo en la visión de Arcus. Mateo incluso apoyó su espalda contra el muro e intentó usar la parte de arriba de su cabeza y sus manos para empujarla, pero simplemente no se movía porque era una ventana cerrada muy grande y pesada.

-Parece que estás teniendo problemas,- dijo Arcus.- ¡Débil nenaza!- Arcus se rió porque estaba de broma, pero Mateo no pensó que fuese tan gracioso y le dirigió una mirada que fue como si simplemente hubiese quitado la carne de vaca de la hamburguesa de Mateo que él pacíficamente había pedido carne de vaca en ella. Además, a Mateo realmente le gustaba la carne de vaca.

-Necesitamos ayuda, pero no quiero meter a nadie más en este problema,- le dijo Mateo a Arcus, pensando,- ¿Quién es fuerte?- Pensó en algunas personas, como Rosgon, pero entonces recordó que ahora es un bebé y por lo tanto no un tío fuerte, y Diego, que no era fuerte pero probablemente tenía algunos robots fuertes, y Fvee, que probablemente tenía la misma fortaleza que Mateo pero Mateo no quería pedirle ayuda porque eso sería como decir, "Eres más fuerte que yo," y Mateo no quería decirle eso a Fvee. También pensó en Furinne el Argentino que estaba en algunas clases para retrasados en la escuela, pero no quería hablar con él porque siempre era raro. Solo había una persona en la que Mateo pudiese pensar.- Ven conmigo, Arcus,- le dijo Mateo a Arcus.

Era la mitad de la noche y Mateo y Arcus se acercaron a la puerta de una casa diferente.

-Ding-dong,- dijo el timbre cuando Mateo lo pulsó.

-Púlsalo otra vez,- dijo Arcus.

-Dong-dong ding-dong ding-dong ding-dong,- dijo el timbre una y otra vez mientras Mateo lo pulsaba. Mateo vio las luces encendiéndose y apagándose dentro de la casa cada vez que lo pulsaba y se rió porque era muy molesto y la persona dentro de la casa probablemente estaba solo intentando dormir, pero Mateo necesitaba ayuda, así que qué pena. Finalmente la puerta se abrió y allí estaba la señora del almuerzo del Instituto, que estaba sorda.

-¿Qué pasa, niño?- dijo la señora del almuerzo. Como era sorda, cuando hablaba, sonaba raro y como Furinne el Argentino, donde piensas que es retrasada pero realmente no lo es, y solo es porque es sorda así que todo lo que dice suena totalmente mal. Sonaba más como "¿K paza, ninio?" que a lenguaje normal. Sin embargo Furinne el Argentino era realmente retrasado así que es diferente.

-Necesitamos tu ayuda. Es muy importante,- dijo Mateo e hizo una cara como un mendigo idiota para conseguir que dijese que sí.

-Vale, os ayudaré,- dijo la señora del almuerzo. Mateo y Arcus estaban tan emocionados que se chocaron los cinco allí mismo porque era simplemente lo que necesitaban hacer lo que querían hacer.

Mateo y Arcus y la señora del almuerzo volvieron a la casa en la que estaba Leo y fueron a la ventana que Mateo no podía abrir.

-Por favor abre esta ventana,- le dijo Mateo a la señora del almuerzo. La señora del almuerzo se acercó a la ventana y solo con su dedo meñique abrió la ventana como si fuese un elefante caminante cogiendo un trozo de cuerda porque era muy fácil.

-¡Wow, gracias!- dijeron Mateo y Arcus al mismo tiempo en mitad de la noche.

-No, así no es cómo me lo agradecéis,- dijo la señora del almuerzo. Cuando la señora del almuerzo vivía en Jamaica cuando era joven aprendió la antigua tradición de Dar las Gracias con Sexo y se lo explicó a Mateo.

-¿Así que quieres que te dé sexo con mi boca?- le dijo Mateo a la señora del almuerzo.

-Sí, porque es una antigua tradición. No es guarra.- dijo la señora del almuerzo, que era realmente alta.