No es un adiós.

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Recuerdo cuando te dije "a mi si me gustas" y tú solo creíste que mentía.

Te repetí varias veces que te quería y aún así dudabas de mis palabras.

Me prometí amarte y no lo cumplí.

O tal vez si, solo que desde la distancia que yo mismo traze cuando por culpa de creer en palabras ajenas dude de lo que tú sentías por mi.

Que gracioso que al inicio tu dudaste y al final yo también.

Te termine y lo lamente sin oportunidad de arrepentirme y volver.

Ahora te amo y no te lo expresó por qué te quiero lo suficiente como para dejarte partir pensando que yo ya no te amo.

Siendo esto una mentira que yo me hice creer con el fin de protegerte de mi, cuando está decisión no era mía sino tuya.

Ahora desde lejos te miro sin acercarme dispuesto a quererte y no tenerte.

Se que fuiste el primero de tantos sentimientos que no había experimentado.

Se que soy está versión mejorada de mi gracias a ti.

No podré olvidarte, pero solo tal vez si aprender a vivir sin ti con la oportunidad de presumir que solo por ti decidí aprender a amar de verdad sin las mentiras, engaños y miedos que antes sentía.

Hoy te digo en estás palabras una parte de lo mucho que me encanta el haber tenido la oportunidad de conocerte y amarte, recibiendo ese mismo sentimiento de tu parte.

No es un adiós ni un hasta pronto lo que te dedico, si no un ¡¡te amo!!, y jamás me arrepentiré de que tú seas el primero en ganarse mis sentimientos sinceros.

Si la vida volviera a iniciar tu eres lo que repetiría, con la única diferencia de que te expresaría mis sentimientos en palabras y no en letras detrás de una pantalla.

Te confesaría mi amor en persona y no a la distancia.

Ésto no es un adiós, si no una confesión.

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