¿En otro Universo?

Volver a Sentir

(Quiero aclarar que esta historia es inventada producto de mi imaginación, en esta historia no habrá traidor (Roque) Carolina llegará hasta el final de la serie con sus compañeros, y cuando queman el internado ella se queda atrapada, consiguen salvarla pero se queda un año en coma) (Si no has visto la serie el Internado habrá cosas que no entenderás pero de todas maneras es una historia de romance que enganchará)
(Sin alargarme más, a leer :))

Volví a sentirme viva.

De repente empecé a notar, tenía vida, sentía.

Mis ojos no estaban abiertos pero mi alma sí. Después de mucho.

Hacía mucho que no tenía esta sensación de vida.

Empecé a escuchar.

Mis labios estaban secos, mis párpados cerrados.

¿Había revivido? ¿Qué había pasado?

Escuchaba un sonido de fondo, mis oídos no lograban descifrarlo, me sentía débil, intenté abrir los ojos pero no tenía fuerzas, moví los labios pero no pude pronunciar una sola palabra. Traté de mover mis manos pero no hubo reacción.

Estaba medio muerta.

El sonido de voces se acercó.

- Vete a casa ya Marcos, aquí no puedes hacer nada - decía alguien.

- Puedo hablarle, estoy seguro de que me oye - respondió el tal "Marcos"

- Marcos si hay alguna mejora serás el primero en saberlo, vete a dormir - decía el aún desconocido.

Un ruido de sillas, otro de pasos, el de la puerta y otra vez silencio. Silencio sepulcral.

No podía moverme, no podía hablar, no podía ver, pero sentia . Y tenía la sensación de que era algo que llevaba mucho sin hacer.

Mi cerebro trataba de procesar muchas cosas, pero ninguna tenía sentido. Necesitaba respuestas, necesitaba ayuda.

Pasaron las horas, mi cuerpo dormía pero mi mente no. Escuché el sonido de la puerta y alguien caminando hacía mi.

- Buenos días Carol, ¿qué tal estás? Cuando despiertes te voy a tener que poner al día de muchas cosas - dijo la voz de "Marcos" y sentí su mano apoyada en la mía.

¿Quién era ese chico? ¿Por qué me cuidaba?

- Vaya Marcos, veo que ya estás aquí, ¿qué tal? - habló el desconocido entrando en la habitación también, supuse que era un médico.

- ¿Cuándo se va a despertar? llevo un año viniendo todos los días y no ha habido ningún avance doctor - dijo Marcos.

¿Un año? ¿Tanto tiempo llevaba medio muerta? ¿Por qué venía todos los días a verme ese chico? Demasiadas preguntas.

- No es seguro que despierte Marcos, hay que confiar - dijo el médico.

- Llevo demasiado tiempo confiando, estoy empezando a pensar que no saldrá de esta - susurró Marcos y un hormigueo recorrió mi estómago.

Que sentimiento más raro.

- Sólo nos queda esperar - contestó el doctor y todo volvió a ser silencio, pero yo sabía que el chico estaba allí, mirándome, sentía su mirada.

Necesitaba que ese médico y ese chico supieran que estaba viva, necesitaba moverme, hablar, lo qué sea para que supieran que había vuelto. Traté de mover la boca con todas mis fuerzas pero no lo logré, tampoco conseguí la reacción de ninguna de mis articulaciones.

Me sentía una mente viva en un cuerpo muerto. Pero me sentía.

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Me desperté despacio al día siguiente.

Me sentía más ligera, más tranquila, más libre, mis labios no estaban tan secos y notaba mis manos. Sabía que ese chico seguía aquí. Necesitaba verle.

Me esforcé al máximo para abrir los ojos, sentí como si el mundo se despejara. Vi como las piedras que tapaban la luz se quitaban del camino.

Abrí los ojos, parpadeé varias veces para enfocar, me encontraba en una habitación de hospital, muy simple pero acogedora, a mi lado había una silla , y un chico sentado en ella, su pelo era rubio oscuro, la nariz recta, pestañas largas, mandíbula marcada, flequillo corto, era el famoso "Marcos"

Yacía dormido, sus manos apoyadas en sus rodillas y su cabeza caída para delante, lucía unos pantalones marrones y una camiseta verde, tenía unos brazos fuertes, con venas marcadas, piernas robustas con pequeñas cicatrices, un cuello grande y hombros anchos.

Estuve más de una hora observándolo dormir, aquel hormigueo del día anterior se había intensificado, necesitaba saber quién era él.

Unas horas más tarde se despertó, y lo primero que hizo al abrir los ojos fue posarlos en mi, sus pupilas se dilataron al momento y dio un brinco de alegría.

- ¡Carol! ¡Estas viva Carol! ¡Tus ojos! - gritó él y posó sus labios en mi mejilla. Un escalofrío recorrió mi cuerpo inmovilizado. Fue una extraña sensación. Marcos salió de la habitación a todo correr en busca de un médico, y volví a hundirme en el silencio.

Unos minutos más tarde Marcos y un médico entraron en la habitación, ambos con una sonrisa en la cara, se sentaron a mi lado.
- Carolina - susurró el médico y apoyó su mano en mi brazo, se me erizó el vello - Soy Antonio, tu médico, este es Marcos, has estado un año en coma y pensábamos que no despertarías, ¿puedes hablar?

En coma, un año, había pasado mucho tiempo. Traté con todas mis fuerzas de mover la boca pero parecía no reaccionar a mis peticiones.

- Esta bien Carol, no te esfuerces demasiado, todo a su tiempo, Marcos, ve a llamar la Doctora Martínez, vamos a hacer unos ejercicios - dijo el médico.

El chico con acento gallego salió a toda prisa de la habitación con una sonrisa en la cara.

Poco después la médico y Marcos llegaron a la habitación.

- Doctora Martínez pase, esta es mi paciente, Carolina Leal, lleva un año en coma y hoy ha abierto los ojos y está consciente, ¡es todo un milagro! - exclamó el doctor girándose hacia ella.

- Es todo un milagro Antonio, a partir de hoy me haré cargo yo de ti Carolina, además de médico, soy fisio, me encargaré de que tu recuperación sea la mejor - sonrió ella y Marcos, que estaba al lado de la médico miraba sonriente.

- ¿Y tu eres? - dijo ella, mirando a Marcos.

- Soy Marcos, su... em... Su amigo

Su amigo, era mi amigo, peero ... había dudado mucho al decirlo, ¿y si solo lo decía para quedar bien? ¿Y si no me conocía de nada?

- Esta bien Marcos, ¿qué quieres estudiar?

- Eh... Pues no lo sé aún - dijo él rascándose la nuca.

- Bueno pues como hay que estar abierto a todas las ideas, vas a probar como ayudante de fisio, ¿qué te parece? Así estás más con tu amiga.

¿Por qué me dolia la palabra amiga?

- Está bien - sonrió Marcos.

- Pues ahora vámonos que tiene que descansar, mañana será una primera sesión dura, pero cuanto antes empecemos mejor - dijo ella, y vi como el doctor Antonio, la médico Martínez y por último Marcos, que me dejaba una sonrisa antes de abandonar la habitación, se iban, dejándome de nuevo en mi silencio eterno.

Y con muchas preguntas sin resolver.

Holaa, nueva historia!! Me habéis pedido mucho de Marcolina y aquí tenéis, la historia será de como va Carol mejorando y recordando a Marcos y él está allí para ella siempre. Espero que la disfrutéis! Iré despacio por que voy a escribir otras dos también a la vez que se van a llamar "Estar enamorado es Chupiguay" y "Nuestros Siete hijos" aún no he publicado ningún capítulo pero ya os diré.