¿En otro Universo?

Te Quiero

- Buenos días - la voz de una chica interrumpió mi sueño, abrí los ojos desperezádome, era la médico Martínez - ¿Preparada para tu primera sesión de rehabilitación?

¿Se esperaba que respondiera enserio? Señora, le recuerdo que estoy inmóvil y no puedo hablar. Decido que la solución es mirarla con cara de asco. Muy bien Carol, siempre afrontando tus problemas con madurez.

- Hoy empezaremos con unos ejercicios para que puedas hablar, tú te has despertado del coma pero tus labios, tu boca y tus cuerdas vocales aún no, vamos a ayudarles a que se despierten cuanto antes - dijo ella, sentándose a mi lado y poniéndose unos guantes.

Echaba de menos la presencia de Marcos, no tenía ni idea de quién era pero me gustaba que estuviese siempre sonriendo.

La médico, cuyo nombre aún no conozco comenzó a hacer cosas raras, a las que ella llama ejercicios en mis labios y mandíbula. Estuvimos así casi una hora hasta que paró.

- Esta es la sesión de la mañana Carol, en un rato viene Marcos a traerte el desayuno.

Era horrible no poder hablar, por no hablar de no poder moverme, no podía preguntar la hora, ni para qué servían esos ejercicios, ni preguntarle a Marcos quién era, ni a la doctora Martínez su nombre...

- Buenos días Carol - dijo esa voz que tanto deseaba escuchar - Te traigo el desayuno.

El desayuno, vaya mierda de desayuno, Marcos introdujo un bote de suero en el encaje de las vías que tenía en la nariz en el que ponía: "sabor a cereales con leche" Vaya asco, a ver si se da prisa mi boca en despertar porque esto del suero... La solución vuelve a ser poner cara de asco.

- Lo sé, no tiene que estar muy bueno pero hasta que puedas comer es lo que hay... Aunque no lo saborees por lo menos te llenas - Marcos se encogió de hombros.

Claro, él no tomaba suero para desayunar, seguro que él había desayuno unas tostadas como dios manda.

_________________

Las semanas pasó rápido, mis días se basaban en despertarme a las nueve de la mañana, hacer una hora de rehabilitación bucal con la médico/fisio, "desayunar" con la compañía de Marcos, estar con Marcos dos horas, "comer" si ese suero se puede llamar así, dos horas más de rehabilitación bucal, "cenar" y dormir. Así día tras día.

Tenía mucho tiempo para pensar, en quién era, en que había pasado antes del coma, en Marcos, en aquel sueño que tuve antes de despertar del coma sobre un incendio y unos chicos vestidos de azul, en mi cuerpo, mis posibilidades de recuperarme, mi futuro...

Mis labios poco a poco empezaron a tener más movilidad y podía moverlos aunque no lograra pronunciar ninguna palabra.

__________________

- Hola Carol - dijo Marcos entrando a la habitación con una sonrisa, llevaba una camisa blanca y pantalones cortos. Le sonreí de vuelta - ¿Como va esa boquita?

Se sentó a mi lado lado y empezó a hacerme masajes en la mandíbula, estábamos muy cerca y a pesar de no saber quién era un hormigueo recorrió mi cuerpo. Sus labios mojados y sus ojos. Sus ojos eran preciosos.

Hizo presión en mi mandíbula y noté un dolor insoportable.

- ¡Ah! - grité, ¿grité? ¡Si, mis cuerdas vocales habían vuelto a funcionar!

- ¿Has? ¿Has hablado? - dijo Marcos confuso mirándome.

- S... Si - dije y esbocé la sonrisa más grande que había esbozado desde hace mucho tiempo.

- ¡Carol! ¡Puedes hablar! ¡Porfin! - gritó Marcos y me abrazó antes de salir corriendo a buscar a la doctora Martínez.

Poco después ambos volvieron ambos sonriendo.

- Carolina - sonrió la doctora - Como me alegra que los ejercicios hayan funcionado, al final estas tres semanas de esfuerzo han valido la pena ¿eh?

- Pues si - dije débil.

-Bueno, os dejo a solas que tienes que descansar esa mandíbula y tenéis que poneros al día de muchas cosas - dijo mirando a Marcos - Vendré a traerte la cena en unas horas.

Marcos me miraba sonriente.

- ¿Quieres irte a dormir o algo? Tenemos muchas cosas que hablar pero si estas cansada podemos...

- Espera - le corté - Quiero que me cuentes algo, pero no todo, no aún.

- ¿El qué?

- ¿Quién eres? - pregunté, vi como el apretaba la mandíbula y sus ojos se apagaban.

- Me llamo Marcos tengo diecinueve años, soy Gallego y...

- No me refiero a eso Marcos, digo que quién eres, porque estás aquí, por qué me cuidas.

Hubo un silencio.

- Por qué te quiero - respondió casi automáticamente.

- ¿Me quieres? - respondí confusa.

- Si Carol, te quiero muchísimo pero es mejor que lo hablemos cuando te encuentres mejor y hayas descansado.

De repente la enfermera entró.

- Hola chicos, perdón por interrumpir pero he pensado que es mejor que os pongáis al día mañana, tu aún no puedes vocalizar bien Carol y debes estar cansada - explicó ella y me acercó un plato - Por fin vas a comer algo que no es suero, como aún estás débil solo te he puesto pasta pero más adelante comerás carne - terminó.

- Gracias - susurré.

-Marcos vete a tu casa ya, llevas aquí todo el día, mañana habláis - dijo la doctora y Marcos asintió.

- Hasta mañana Carol - sonrió él antes de irse, y cuando cerró la puerta sentí un vacío extraño. Me quiere, necesitaba más información.

- Yo también me voy, cuando acabes la pasta déjala en la silla de al lado, descansa Carol - dijo la doctora colocándome mejor las vías de la nariz. Que aunque ya no las usaba para comer, tenía que usarlas un par de días más.

- Espere un momento - y se giró al oírme.

- Aún no sé su nombre  - dije a media voz.

- Mi nombre es Sonia, Sonia Martínez - y con una sonrisa se marchó.

Entonces no pude evitar sonreír, podía hablar, era un paso muy grande para mi, y aunque aún quedaba mucho por hacer, saber que tenía posibilidades de recuperarme me hacía muy feliz, y no me iba a rendir, por mi y por Marcos, que llevaba un año cuidándome todos los días.

Ese chico causaba demasiadas cosas en mí,  no sabía quién era pero me causaba un cosquilleo, me gustaba mirarle, que me mirase, me gustaba que estuviese siempre sonriendo, que fuera tan positivo, me gustaba él.

Holaa, no os acostumbres a que suba tan rápido caps, es para compensar lo que voy a tardar ahora en subir capítulos por las clases. Disfrutad!