El nacimiento de un Monstruo.

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Primeros entrenamientos:

Después de la derrota y humillación que sufrió la organización Sergeyev con los Lomonosov, los rusos le entregaron el poder al niño prodigio de la mafia.
Sasha contrató nuevos guardias de seguridad para proteger toda la mansión, a su vez llamó a dos asesinos de su organización para empezar de una vez por todas el entrenamiento de Caesar.
Irina y Rostislav serán los encargados de mostrarle a Caesar el verdadero dolor en cuerpo y alma.

Rostislav se especializa en asesinar a sus víctimas de forma silenciosa, aunque la orden de Sasha siempre será hacer sufrir a quienes le traicionan, porque dentro de los Sergeyev los "judas" obtienen la peor muerte.
Mientras que Irina se encargaría de mostrar los tipos de armas y su uso, también ella le impartirá sesiones de como presentarse ante la sociedad y sobretodo integrarlo en la creencia ortodoxa.
Para un asesino de esta categoría es importante que tengan una base de creencias y que eso afirme los principios en este caso el ortodoxo, es irónico ya que son asesinos de sangre fría y creer en un ser espiritual que al morir te lleve al lugar de paz.

Caesar entró a una sala completamente oscura.
Alguien lo tomó del cuello, lo levantó y lo tiró al piso sin temor alguno.

Bienvenido joven amo...

... Este es el infierno o mejor dicho su hogar. - Dijo un hombre sonriente, era el usurpador de Dios.

Nivel N.10

Conociendo la oscuridad

La mansión Sergeyev cuenta con área protegida donde solo pueden entrar jefes y asesinos de tipo 5-1, dentro de ella hay cuartos oscuros y el entrenamiento es de 10 niveles, en este lugar cualquier persona puede terminar en demencia o muerta, sin embargo Caesar no tenía permitido morir así que debe permanecer encerrado por 10 dias en el primer cuarto, afrontando su soledad, que a lo largo de los días existirá un eco de profundo terror mientras alguien le repetirá "Todos son tus enemigos".

Yo, yo... no quiero entrar en ese lugar
-Dijo Caesar

Caesar empezó a correr por el lugar y alguien tomó sus pies y el cayó.

¡Déjame,me lastimas! - Caesar gritó pero todo fue en vano.

Irina estaba de rodillas rezando en la nieve: Apiádate de nuestro futuro amo, él será un seguidor fiel.

Mientras que Rostislav tomo al niño y le pegó en la parte trasera del cuello dejándolo inconsciente.

¡Ayudaaaa, Ayuda por favor!, no veo nada, tengo miedo. -Caesar gritaba.
Estaba desesperado tocando las paredes para poder encontrar una pequeña salida y poder escapar.

"Joven amo, joven amo, no hay escapatoria, nadie está para ti porque todos son sus enemigos, el mal eres tú, naciste para destruir, naciste para ser un monstruo, naciste para ser el Zar" - Era el eco al fondo de aquel lugar.

Caesar se tapaba los oídos y con sus codos seguía tocando las paredes para poder encontrar alguna fisura, de todos modos en sus media llevaba pequeños cuchillos y podría hacer algo.

Las horas pasaban y pasaban y la melodía se escuchaba al fondo:

"Joven amo, joven amo, no hay escapatoria, nadie está para ti porque todos son sus enemigos, el mal eres tú, naciste para destruir, naciste para ser un monstruo, naciste para ser el Zar"

Paso un día, pasaron dos y tres, Caesar tenía mucha hambre y mucho frío, los malos olores no se percibían por las bajas temperaturas.
Durante ese tiempo de soledad encontró bolsas de pan viejo y podrido, suponiendo que en ese lugar habían presos o enemigos de la mafia a quienes les habían tenido compasión para darles de comer antes de ser asesinados.

La vida de un Zar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora