capitulo 4

109 14 1
                                    

Agatha

A la mañana siguiente me sentía un poco mal por Amber, pero ella siempre decide olvidar cuando me pasa eso y no toqua el tema porque sabe que me hace mal.

–vas a la peluquería?–digo tomando mi café.

–si, hoy tenemos una clienta importante–rueda los ojos.

–que te parece si esta noche cenamos hamburguesas–le sonrío por mi comentario.

–hace lo mismo y se sienta conmigo en el sofá–¡claro que si flaca!.

Las dos somos amantes de las hamburguesas siempre hacer ese plan nos parece perfecto y lo hacemos a menudo.después de estar minutos hablando se va a trabajar y yo a alistarme para ir al restauran. Sin darme cuenta se hicieron las siete de la tarde y ya en Francia a esta hora oscurece un poco, hoy era un día tranquilo y ya no vino ningún cartero, ni había ninguna nota en mi puerta eso me tranquiliza.

Llego al restauran y veo a Erick limpiando unos platos me acercó mientras me pongo el delantal.

–hola Erick–le sonrío.

–tienes que aceptarme otra salida porque estoy lavando los platos que tenías que lavar tú–bromea y me sonríe.

–río a su chiste–lo siento por llegar tarde, déjame yo término–me plantó en su lugar y empiezo a lavar.

–aquí no vinimos hablar–Martin nuestro jefe se pone en medio de los dos.

–¡tenemos un cliente muy importante esta noche!–aplaude y grita para todos en la cocina.

Erick y yo nos miramos y sonreímos,  siempre nos da risa como habla Martín.

Aplaude en medio de los dos–¡ve a atenderlo tu ahora rápido!.

–si chef–sale rápido por la puerta.

Vuelvo a mis platos sonriendo por el acto de mi jefe y Erick hasta que dos minutos después entra confundido.

–¿por qué viniste tan rápido?–dice Martín alterado.

–no quiere que le atienda yo chef–dice mirándome–quiere....Que agatha lo haga.

Se me eriza la piel con lo que dijo Erick y mi jefe me mira sorprendido, ¿por qué yo? Y ¿cómo me conoce? Digamos que pude conseguir trabajo acá limpiando los platos y cosas sucias no atendiendo a clientes,¿por qué todo el mundo me conoce ahora?.

–yo?–digo nerviosa.

Erick asiente

–¡bueno Agatha!–grita Martín–ve rápido no quiero perder uno de mis más importantes clientes–me da la libreta que tenía Erick.

–mesa 10–dice el rubio.

Asiento y salgo por la puerta buscando la mesa 10 cuando la encuentro veo a un chico de espalda sentado con un seguridad al lado de su mesa, él está vestido con vaqueros negros y una camisa negra con las mangas subida hasta los codos.me voy acercando cuando lo veo de frente y ¡dios!, Es él.

El chico que salve en nueva York hace una semana, sus ojos azules se conectan con los míos y se ve tan atractivo así...basta Agatha.

–eres tú–digo tratando de controlar mi nerviosismo.

–te encontré Agatha–me guiña un ojo y me sonríe.

Esa frase, fue él, él me mandó las notas ayer ¿cómo carajos me encontró?.

–sigues vivo–me cuesta hablar, pero no lo demuestro no puedo creer que esté aquí.

–sigo vivo gracias a ti–dice tomando un poco de su vino tranquilo.

Mi AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora