El Jet avanzó. En el lugar donde siempre estaba Scott piloteandolo ahora se sentaba Logan junto a Storm, yo veía fijamente al asiento perdida en mis pensamientos, sabía que no estaba bien y que no estaba estable, lo sentía en mis poderes, pero tenía que ayudar al final, Logan tenía razón. No podía dejar morir la idea de Scott junto con él, necesitaba detener a mi padre y a Jean en el proceso.Mi mente solo se repetía una cosa, ¿lo haces por la humanidad o solo buscas venganza? ¿Deseas salvarlos o solo quieres matar a Jean? ¿De que lado estas realmente o si quiera estas de un lado? ¿Te estas volviendo loca?
No sabía que responder a todo eso y con las preguntas rondando mi mente cerré los ojos y dormí un momento.
—Natasha —escuche que una voz conocida me hablaba—, Natasha.
Abrí los ojos y la luz me cegó un poco.
—¿Qué? —pregunte algo ronca y mis ojos por fin detallaron a la persona que estaba delante de mi, mi corazón palpito demaciado rápido y mi corazón salto de alegría.
—¿Nena? ¿Estas bien? —Scott pregunto tomando mi barbilla y tocando mi frente con la otra mano—, no parece que tengas fiebre.
Yo lo miraba shockeada e incluso palida.
—Me estas preocupando, Nena.
—P-perdona —tartamude tomando mi cabeza—, tuve un sueño horrible.
—¿Quieres contarme? —se alejo de mi y fue hacia lo que parecía ser una cocina sacando un vaso de vidrio—, te serviré un vaso de agua.
Me levante detallando el lugar, una pequeña casa de madera con muebles muy lindos y cómodos, la cocina tenía vista hacia la sala principal y esta daba a las escaleras, había muchos cuadros colgados en las paredes, estaban en ellos mi hermano, Jean, Storm, el profesor e incluso Logan eran los protagonistas en varias fotos, pero solo una captó mi atención por completo y me acerque a ella a paso lento. Éramos Scott y yo, él tenía un hermoso traje negro y yo un vestido blanco estilo sirena, unos tacones rojos qué hacían la ilusión de ser rosas y un hermoso velo brillante, Scott me sujetaba de la cintura con ambas manos y tocaba su nariz con la mía con una amplia sonrisa, yo estaba sonriendo grandemente y pasaba mis manos por el cuello de Scott.
—Fue un gran día, ¿No? —pregunto Scott dejando el vaso de agua en una isla en medio de la cocina, intente seguir la corriente caminando hasta él y sentándome en esa isla, se puso entre mis piernas y me extendió el vaso del agua—, dime que soñaste, nena, cuéntame lo que te dejo tan mortificada.
Sintiendo sus dedos en mi mejilla suspire y hable por fin:
—Soñé que morías —Scott apretó los labios fuertemente—, fue horrible, Jean no controlaba sus poderes y lo hacía.
—Eso si que es un mal sueño —asintió aun con el ceño fruncido—, pero tranquila es solo eso un sueño, estoy bien y estoy aquí contigo. No por nada llevamos 3 años de casados.
Sonreí tomando del vaso del agua tranquilamente y soltando el aire que retenía seque mis lágrimas.
—Es cierto —asentí y volteo sonriendo a verlo—, me alegra de que solo haya sido una horrible pesadilla.
—Yo también —empezamos a besarnos lentamente cuando escuchamos a alguien llorar y correr hacia nosotros—, ¿Nathan? —Scott llamo.
En eso un hermoso niño castaño entro corriendo al cuarto.
—¡Papá! —medio balbuceo gritando— ¡Mamá!
—Debieron advertirnos que desde el año y medio estaría corriendo por toda la casa —comento mi esposo