𝟝. 𝔹Ú𝕊ℚ𝕌𝔼𝔻𝔸

30 5 0
                                    

Y entonces, la fecha donde habían citado a Suguru había llegado. Se llevó la carta consigo y una capa que cubría todo su cuerpo y rostro para no ser visto en la oscuridad.

Si realmente esta carta es cierta debo encontrar la verdad... Si todo sale bien, podré regresar al amanecer— Pensaba Suguru antes de dejar la mansión.

Y así la mañana llegó, pero Suguru no regresó.

—¡Joven amo! ¡Joven amo!— Gritaba uno de los sirvientes de la mansión Gojo mientras irrumpía el entrenamiento de espadas de Satoru.

—¿Qué sucede tan temprano?—

—E-El joven Suguru...No está por ningún lugar. Parece ser que no durmió aquí durante la noche—

—¿¡Qué dijiste!?— Exclamó Satoru preocupado dejando caer su espada mientras corría a la habitación de Suguru. —No lo molesté esta mañana para que descansara creyendo que dormía profundamente— Pensaba.

—Esperaremos sus órdenes amo—

—Vayan al mercado y búsquenlo, no creo que haya ido demasiado lejos— Dijo Satoru. —Si realmente hubiese escapado dejando todo atrás no veo razones de dejar sus pertenencias aquí, o no llevar algo de dinero siquiera o sus herramientas de trabajo...Algo no está bien—Pensaba.

—¡Señor vinieron desde el palacio, el emperador desea verlo!— Dijo uno de los sirvientes.

—Atenderé a su majestad, díganle a los demás que sigan buscando a Suguru. No tardaré más de lo necesario y me uniré a ustedes en la búsqueda— Dijo Satoru mientras colocaba una especia de bata sobre su yukata.

Mientras en una habitación anexa a la mansión del clan Gojo.

—No pensé que vendría el sol del imperio en el día de su cumpleaños a verme personalmente, creí que nos veríamos más tarde en su fiesta— Dijo Satoru mientras se sentaba en un extremo de la extensa mesa de la habitación.

—Solo vine a asegurarme que el plato principal estuviese ahí más tarde, Satoru. ¿No tienes curiosidad de saber por qué estoy aquí?— Dijo el emperador.

Supongo que quería asegurarse de que fuese allí, como cada año—

—Me han informado...Que tienes a un integrante nuevo en tu mansión—

Ante aquello Satoru se sobresaltó, apretando uno de sus puños.

—Por tu reacción noto que sabes a quien me refiero, cariño—

—Sabía que nadie en este lugar estaba realmente de mi lado, sin embargo, ¿tiene gente infiltrada dentro de estas paredes?— Pensaba Satoru.

—Más te vale asistir a la fiesta, o de lo contrario ese muchacho podría ser usado para mi propio beneficio. Me pregunto porque lo tenías tan escondido...¿Debería averguarlo?—

—¡Ni se te ocurra tocarlo!— Dijo Satoru levantándose fuertemente de su asiento volteando la silla por la impresión.

—Mírate, reaccionando así por ese muchacho. Eres tan fácil de leer Satoru, y como eres mi invitado especial; desearía que utilizaras esto— Dijo el emperador señalando un cofre con un zafiro en forma de colgante en su interior. —Asegúrate de estar allí para ser mi escolta— Dijo al retirarse de la habitación.

Satoru entonces cayó de rodillas al suelo, él sabía que quienes trabajaban en la mansión solo estaban allí por su familia. Realmente nadie le pertenecía como para ser un sirviente fiel que apoyaría a la cabeza de la familia por simples motivaciones. —¿Debería matarlos a todos Suguru?— Pensó Satoru.

UN TIEMPO LLAMADO AMOR | SATOSUGUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora