28 • ¿Carl?

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A la mañana siguiente desperté sin Carl a mi lado, me extrañé un poco y después de arreglarme y hacer lo que uno hace en las mañanas salí del cuarto.

No tuve que buscar mucho, pues estaba sentado en el piso en una esquina de su habitación, estaba escribiendo diferentes cartas.

-¿Carl?

-Jena, hola...- toma las cartas y las guarda en la mochila que usa para buscar provisiones.

-¿Te irás?- pregunto extrañada, temiendo por la respuesta, pues nunca me comentó nada.

-No, no. Solo la armé para salir a buscar los dulces para Judith mañana.

-De acuerdo...- algo de todo esto no me convencía para nada.

Nunca lo hizo.

Bajamos juntos y al salir de la casa me crucé con Daryl. Corrí directo a abrazarlo y él me recibió con los brazos abiertos.

-Es un gusto volverte a ver por aquí, amargado.

-Lo mismo digo, niña.

-¿Y cómo te va con aquel ?- pregunta señalando a Carl.

-Bastante bien, solo que es medio tonto y siempre estoy en contra de lo que dice, pero muy bien- este se limita a sonreir para luego ir a hablar con Michonne.

Yo ayudo a cargar las cajas en los autos.

-Te escuché- afirma el vaquero colocando una de las cajas.

Yo suelto una pequeña risa y me voy, me acerco a la señora Jones y a Judith.

-¡Hola, bebé!- digo felizmente.

-Jena- escucho a la mujer llamarme -¿Te puedo hacer una pregunta? Sé que tú sabes la respuesta.

Dudosa hago un gesto para que hable.

-¿James nos va ayudar?

Tenía miedo de cagarla y decir algo que no debía, pero sé que tanto ella como su esposo le tomaron cariño a James.

-Si, lo hará- respondo.

-Lo sabía, era muy bueno como para seguir traicionando.

-Y usted muy amable para poder perdonarlo- digo con una sonrisa desanimada.

-Puede ser, pero lo quiero como a un hijo a pesar del poco tiempo que estuvo. Y algo me decía que no sería capaz de hacernos más mal.

No pude responder a eso, no sabía cómo hacerlo.

Así que solo la miré y seguí jugando con Judith hasta que apareció Carl.

Pasamos el rato juntos, Judith y Carl se pintaron las manos y las colocaron en la madera del suelo dejando una hermosa obra de arte de sus manos allí.

Les tomé una foto con la cámara de Carl en dónde había estado tomando fotos de todo desde que la encontró. Nos tomamos una los tres, y luego otra de nosotros dos en dónde nos besábamos.

Mi favorita.

Esperamos un rato y al verlas no pude evitar sonreír de lado a lado, las amaba. Corrí a dejarlas en mi escritorio para luego bajar y encontrarme a Carl explicándole todo de cuando comenzamos a salir. No podía estar más feliz, decidí no interrumpir su charla y esperé a que entraran.

Judith entró corriendo y se escondió detrás de mí mientras Carl la perseguía y le hacía cosquillas. Más tarde Carl subió y bajó con su mochila.

Our Love | • Carl grimes •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora