33 • El fin

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Jena:

Era una mañana soleada, hermosa para cualquiera, pero yo estaba llorando detrás de la puerta de la habitación de Rick.

Siddiq le contó lo que pasó cuando infectaron a Carl, como él quiso honrar la memoria de una mujer que jamás conoció y cuáles fueron las consecuencias de querer ganar su confianza.

Me limpié rápidamente las lágrimas y fingí que nada pasó cuando Rick cruzó la puerta. No me vio allí así que solo seguí su paso.

Para cuándo salí no tenía mucho que hacer más que esperar, me preparé un cinturón con algunos cuchillos y un arma, tomé el palo que me regaló Morgan y me senté en uno de los bancos frente a la puerta a esperar. Justo cuando abren la puerta para que entren aquellos Salvadores que quedaban, Morgan se dirigió a ellos y no sé por qué tiró a Henry y casi le clava la punta del palo en el cráneo.

Carol se lo quita y yo me dirijo a ayudar al niño, este estaba algo asustado y yo estaba preocupada por el comportamiento de Morgan. Alden afirma que solo se ofreció a ayudar junto a los demás y Maggie le da la razón. Rick da la orden de que el primer equipo sale en veinte y los demás se van. Aún con muecas de asombro.

Yo sigo a Rosita y después de esos veinte minutos partimos.

Al llegar al lugar que indicaba el mapa, nos detuvimos a observarlos, y luego de la orden los matamos. En uno de los cadáveres Ezequiel encuentra otro mapa distinto. Fue todo una trampa.

Por supuesto que si.

Hubo un cambio de planes y ahora partimos hacia donde indicaba el otro mapa, algo no cuadraba en todo esto. Ya que casi llegando al lugar te dabas cuenta que quedabas muy expuesto y más adelante estaba lleno de árboles y una gorda gigantesca, ¿por qué estarían en un lugar así?

La horripilante voz de Negan se oyó a través del aparato luego de escuchar los silbidos de los Salvadores y quise romperme los tímpanos yo sola. Habíamos caído otra vez, el maldito estaba siempre un paso delante.

Rick gritó que venga y claramente no lo hizo. Afirmó que Eugene ayudó con todo y quise estrangularlo yo misma, descubrieron a Dwight, a Mason y a James y de paso matarían a Gabriel. Definitivamente nada salió como lo planeamos.

Comenzó a contar a tres y ya llegando al uno todos se asomaron. Pero al momento de disparar nada nos pasó.

Todos se fueron cayendo en el momento que apretaron el gatillo, como si las balas hubiesen sido alteradas y les hubiese explotado en la mano.

Eugene cuánto te amo.

-¡Ahora!- grito Rick dando la orden de atacar y fue justo lo que hicimos.

Avanzamos y los disparos no tardaron en oírse, yo tomé mi arma y solté mi palo para correr mientras disparaba. A lo lejos pude ver a mi hermano atado, con la misma ropa que ví a Daryl cuando fui al Santuario y con golpes en su cara, estaba muy lastimado.

En contra de mi voluntad me acerque a él. Algunos Salvadores se me cruzaban, pero los mataba. Tomo del brazo a mi hermano y corro junto a él, lo dejo a mi lado, corto las cuerdas que lo ataban y yo sigo avanzando junto a los demás para acabar con los otros.

Ya casi estaba por disparar cuando estos se rindieron.

Les ordenamos subir las manos y que nos sigan, yo miré a Mason quién miraba todo confundido, creo que pensaba que tendríamos que matarlos. Y yo también lo hacía hace dos minutos.

Pero tomar la decisión de seguir lo que creía Carl por esta vez será lo mejor. A excepción de Negan.

Él tendrá que morir. Me prometí que las muertes no serán en vano.

Our Love | • Carl grimes •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora