Era de noche y Quetzal estaba en su casa, decidió no salir con sus amigos pues se quedó elaborando su horario para la próxima semana, Luisa la secretaria que compartía con Enrique lo había hecho mal. Tenía una semana llena de juntas y citas con clientes y posibles clientes. Sin embargo el recuerdo de Tamara seguía vivo en su cabeza por lo cual decidió tomarse un largo baño. Pero al caerle el agua recordó su propuesta—: "Pétalos rojos, cada pétalo es como una gota de perfume que suelta su aroma". —Salió del baño y se quedó parado un momento y entonces se puso su ropa de deporte otra vez. De nuevo el atormentado Quetzal iría a correr.
En casa de Lucía
Tamara ya llevaba un rato en la fiesta sin saber dónde encajar. Las pocas veces que se juntaba con su familia siempre terminaba rodeada de niños, sentía que a diferencia de los adultos ellos no la juzgaban, pero aunque los quería mucho, en la primera oportunidad que tuvo se fue a su casa.
En casa de Tamara
—¡Hogar dulce hogar! ¿Sabes de qué tengo ganas Kalimba? De salir y tomar fotos de acción poética, ya hace rato que no lo hago, pero me voy a cambiar las zapatillas porque no las aguanto ni un minuto más. ¿Crees que se vea muy feo usar tenis con vestido? Bueno no importa —dijo poniéndose los tenis— así me voy, pues total —Le dio de comer a su gato, tomó su bolsa, su cámara y se fue a caminar por las calles. Tamara era muy fan de la acción poética y una vez que empezaba a tomar fotos no paraba, caminaba y caminaba buscando nuevas frases.
Al mismo tiempo Quetzal seguía corriendo como si un fantasma lo persiguiera. Era el recuerdo de Tamara cuando hizo su cabello a un lado y dejó su hombro al descubierto, el recuerdo de Tamara cuando se quedó en otro planeta y él le chasqueó los dedos para hacerla volver, el recuerdo de Tamara cuando se quedaba parada en la banqueta mientras él pasaba, el recuerdo de Tamara cuando hablaba de su sueño de tener un hermoso jardín lleno de flores y su mirada se iluminaba. A todas horas, en todo momento siempre era el recuerdo de Tamara.
—"Estoy cansado, pero no vencido" —Leyó ella— qué buena frase —Enfocó la lente de la cámara y cuando le dio captura ahí estaba un tipo atravesado con ropa deportiva, le tomó un segundo darse cuenta de que era Quetzal quien se había quedado ahí cuando vió que la chica de la cámara era Tamara.
—¿Tamara?
—¡Hola Quetzal! —Emocionada.
Él volteó a ver su reloj que marcaba las 10:15 pm y preguntó—: ¿No crees que ya es un poco tarde para andar caminando sola por las calles?
—No tanto ¿Y tú qué me dices? ¿Sales a correr por las noches? La mayoría de las personas que conozco que corren lo hacen durante el día.
—Es que tengo muchas cosas en la cabeza, salí a despejarme, pero ¿Tú qué haces? Si se puede saber.
—Soy fan de eso —Señaló la pared detrás de él.
—"Estoy cansado, pero no vencido" —Leyó— este tipo de frases las veo por todas partes ¿Qué son?
—Se llama acción poética.
—¿Y alguna vez has hecho una?
—La verdad es que no, pero me encantaría.
En realidad el sueño de Tamara si era hacer una acción poética, pero junto a Quetzal, incluso ya hasta sabía qué frase pintar, sin embargo quería hacerlo con él.
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Platónico
RomanceCuándo Quetzal llegó a trabajar a Cames no esperaba nada especial hasta que vio a Tamara, la primera vez que la vió pensó que era un ángel, esa misma noche ella le "destrozó" el coche, como castigo Quetzal la puso a trabajar horas extras. Y así al m...