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Me estaba acercando cada vez más a la torre de Astronomía, puesto que era un lugar en el cual no había personas a estas horas lo cual era perfecto para poder leer sin interrupciones, al menos eso decían las chicas. Además de que debería de aprovechar que no se estaban tomando prácticas de la clase de astronomía.

Una ola de aire tocó mi cuerpo, haciéndome sentir escalofríos.

Y como no si soy a la única que le encanta salir en pijama, y más si la pijama era un pantalón y una camisa de tirantes. Solo estaba rezando por no toparme con un prefecto o profesor, si no le bajarían puntos a mi casa, y de por si mi casa estaría ya en penúltimo lugar.

Aún no sé muy bien como funciona esto del colegio, puesto que aún soy de primer año. Aunque mi hermano me contó un poco sobre como se manejan algunas cosas acá, soy demasiado olvidadiza y aveces no le prestaba atención.

Conforme me iba acercando a la parte alta de la torre, ví que había una silueta de un chico, que al parecer estaba leyendo. Inmediatamente llegué, este solamente me miró rápido y volvió a lo suyo. Al instante me puse demasiado nerviosa ya que esperaba que no estuviera alguien.

– Lo siento, pensé que no iba a haber nadie –Me disculpe con un leve sonrojo, sinceramente soy demasiado tímida o al menos eso dice mi hermano sobre mí, solamente se me quedó viendo y devolvió rápidamente si vista al libro– Te molesta si también estoy aquí? –No escuché ningún sonido proveniente de él, así que supongo que no le importaría– Está bien? –Susurré

Me senté, recargandome en una de las bancas no me gusta estar sentada sin algo de respaldo atrás, es demasiado incómodo, al menos para mi. No me logro acomodar. Ví el ventanal redondo que quedo enfrente de mi, se podían notar una cuantas estrellas y la luz que la luna reflejaba podía entrar un poco por la ventana.

Abrí mi libro dispuesta a empezar a leer, pero el ambiente que había era muy tenso, al menos yo percibía eso.

Dios que chico tan raro, jamás me había tocado toparme con alguien así. Digo no tengo amigos aún, y espero ojalá hacer amigos pronto. Aunque me pude dar cuenta que éramos de la misma casa, ya que traía aún su túnica de Slytherin.

Después de un rato de estar leyendo, escuché que el chico se levantó del lugar donde estaba y empecé a escuchar pasos alejándose cada vez más y más. Luego de unas cuantas hojas me empezó a dar demasiado sueño. Cosa que me hizo levantarme e irme, pero antes de irme pude observar una pluma tirada. Me acerque a el, era de color verde esmeralda pero más fuerte, y tenía unas letras doradas que decían "Tom Riddle".

Supongo que es del chico que estaba hace un rato aquí. Lo guarde en mi túnica, dispuesta a mañana preguntarle a mi hermano si no lo conocía, para poder devolvérselo. Empecé a caminar hacia mi sala común, hasta que de repente escucho pasos detrás mío, empecé a ponerme demasiado nerviosa.

Por favor que no sea un profesor.

– Quién está ahí!? –Voltee a ver quién me llamaba a lo lejos, y pude divisar a Theodore, amigo de mi hermano y también prefecto de mi casa– Oh pequeña Pucey, como no te reconocí por el moño. Qué estás haciendo a estas horas por aquí?

Traía moño? Lo mire extrañado. Toqué mi cabeza y todavía tenía mi moño, me lo quité.

– Respondiendo a tú pregunta, solo quería leer sin interrupciones, y me recomendaron la torre de astronomía. –Empezamos a caminar hacia la sala común, solamente estábamos iluminados por una cuantas velas– A estas horas está tranquila.

– Dios mío. Cómo es qué no tienes sueño a está hora?

– Ya tenía sueño, pero quería leer un poco ya que en la tarde mi hermano me estaba enseñando la escuela, según, porque después ya no lo encontré y tarde más en encontrarlo que en recorrer la escuela.

Solo tú ·-· Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora