Amor imposible [Pt.2 Atracción Imposible]

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OLIVIA'S POV.

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Hoy era mi último día de castigo, el mes había transcurrido tan rápido y a pesar de que había sido un castigo, la mayoría del tiempo lo había disfrutado.

Iba a extrañar demasiado venir a trabajar aquí, me había acostumbrado a sentarme de tras del mostrador por 5 horas y no levantarme de ahí y dejar que Félix moviera las cajas.

Iba a extrañar mucho la gente, Félix había tenido razón, no todos eran malos y hasta me había hecho amiga de unas de las señoras que venían a comprar cosas. Me habían invitado a tomar café a sus casas un sinfín de veces.

Pero sin lugar a duda, lo que más iba a extrañar iba a ser la compañía de Félix. En tan poco tiempo me había acostumbrado tanto a pasar la mayoría del día con él.

Lo podría seguir viendo en la escuela, pero, no coincidíamos en ninguna clase, si lo podía ver acaso sería en los pasillos de la escuela.

Suspire, con el codo sobre el mostrador y mi mentón posado en mi puño.

Estaba viendo muy fijamente como Félix acomodaba unas cajas de cerveza que recién habían traído los proveedores.

Sí, yo solo me hacía pendeja y Félix era el de la chamba. Pero en mi defensa era menor de edad y no podía recibir la cerveza.

Me encontré a mí misma viendo a mi compañero fijamente y con una boba sonrisa, cuando me di cuenta de lo pendeja que debía verme, sacudí la cabeza me centré en otra cosa que no fuera él.

—Último Día, Palacios. — aviso Félix caminando hacia mí para acercarse. — Ya mañana no tienes la necesidad de venirte a parar aquí.

—Gracias a Dios. — Ironice.

—Claro que no estás agradecida. — Hablo con el entrecejo fruncido.

—Si lo estoy. Es mucha chinga. — Me queje.

—Eso no te lo discuto. Pero vas a extrañar mi compañía. — Dio una sonrisa petulante, dejándome sus perfectos dientes blancos y alineados.

—Yo también a extrañar que te quejes de todo y no hagas nada y aun así te canses. — Dijo con burla.

Y yo le di una mirada fulminante, fingiendo que estaba ofendida.

—Se pasó muy rápido, ¿No? — le pregunté.

—Se fue volando. — Admitió.

Me encantaba la amistad que habíamos logrado formar. Estaba segura de que a pesar de que nos veríamos muy poco, seguiríamos siendo muy amigos y estaba segura de que nos mantendríamos en contacto o al menos eso era lo que quería yo y estaba segura de que Félix tampoco querría dejarme de hablar.

—Pensé que iba a ser muchísimo más pesado trabajar contigo. — Contó de lo nada.

—¿Ah si? — pregunté, viéndolo a los ojos.

—Sí, te parecías la típica niña de dinero, mamona y superficial.

No era el primero que me decía eso.  Nada nuevo.

Y según yo tenía cara de camionero.

—¿Y ahora que es lo que piensas?

—Que confirme lo que pensaba, pero que me caes bien.

Él se rio y yo lo imité.

—Bueno, si a esas vamos; yo pensé que tú me ibas a asaltar a penas y me acercara a ti. — Le conté entre risas.