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OLIVIA'S POV

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Como si de fuego se tratase, Félix y yo nos separamos, casi que con un brinco, me aleje completamente de él.

—¿Interrumpo algo? — Preguntó Santiago, con una ceja enarcada.

Félix y yo nos miramos como se nos hubieran encontrado haciendo algo indebido, como si nos hubieran encontrado robando o algo.

Estaba por decirle que no pasaba nada, pero estaba enojada con él, me había dejado ahí a mi suerte, con un simple mensaje que no hubiera podido venir bastaba, me habría pedido un taxi o yo que sé, pero no fue para avisarme.

Así que me diría de una vez por todas porque chingados no me contestaba.

—¿Se puede saber por qué no contestabas mis mensajes? — me acerque a él con los brazos cruzados bajo mi pecho y una cara de enojo.

Félix desde atrás, con mi mochila en sus manos, miraba todo, sumamente concentrado.

—En cuanto leí tus mensajes, salí corriendo. — Me informó también el en tono serio.

—¿Pues que tanto hacías Santiago?, te llame fácil unas cincuenta veces. — Le pregunté.

—Vine a comer con tía Ama, después de comer me quedé dormido. Tenía el teléfono en vibrador y por eso no escuchaba los mensajes. — Se justificó.

Y la verdad era que le creía, tenía la baba marcada en la comisura su boca, la cara hinchada, la almohada marcada en la mejilla y todo el cabello despeinado, si estaba dormido, pero eso no justificaba que me hubiera dejado abandonada.

—Pero sabías que tenías que ir por mí. — Le recriminé.

—Solo iba a ser un pequeño sueño. — Trató de calmarme.

—Pero pudiste mandarme un mensaje antes de dormir o algo. — Estaba hablando un poco más fuerte de lo que debería.

—Ya te dije que me quede dormido. — Se pasó la mano por el cabello, desesperado.

—¿Entonces porque te comprometes? — Le cuestione molesta.

Y tal vez estaba exagerando un poco, pero yo tenía razón en cierto modo, él se había comprometido en ir y venir por mí y claro que no me molestaba que me dijera que no podía pasar por mí, pero quería que me avisara. No era mi taxi y sabía que él tenía sus cosas que hacer, pero al menos que me avisara y no me hiciera esperar por horas.

—Se me hizo fácil, me despertaría justo a la hora de ir por mí.

—Pues te levantaste 2 horas después. — Estaba molesta.

—Ya te dije que perdón, Ranita.

Estaba a punto de replicar algo, pero una pequeña risa de burla resonó de tras de nosotros.

—¿Ranita? — Con su entrecejo fruncido y una sonrisa burlona, a Félix le parecía muy gracioso el apodo por la pelea que estábamos teniendo Santiago y yo.

Yo me giré a él con una cara de fastidio, suspirando hondo.

—Así me dice mi familia. — Respondí, hosca.

—¿Ranita?, ¿Qué apodo es ese? — preguntó burlón.

Creo que debió saber que no era el momento de hacer este tipo de broma, pero al parecer quería chingar.

—Así me dicen desde antes de nacer, no le veo lo gracioso. — Respondí muy a la defensiva.

Félix ya no volvió a decir nada, se limitó a reír y poner suma atención a mi pelea con Santiago. Y también yo con cara de fastidio volví dirigirme hacia mi primo.

Amor imposible [Pt.2 Atracción Imposible]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora