⁕DEJA VU⁕ Seongjoong

Capitulo 11: Lavanda y Borrachos

Poco después de enviar el mensaje, Seonghwa ingresó al metro y perdió el servicio una vez que llegó a niveles más profundos bajo tierra. Sólo podía sentarse bajo la lluvia pensando si Hongjoong había leído el mensaje y, si lo había hecho, si le importaría responder. Y si lo hiciera, ¿tendría siquiera tiempo o ganas de venir?

El omega podría haber intentado engañarse a sí mismo, convenciéndose a sí mismo de intentar realizar una fiesta de lástima por el CEO, pero la realidad había cambiado las tornas. Era Seonghwa quien necesitaba a Hongjoong. No se trataba solo de su ridículo enamoramiento por el hombre. Seonghwa se había dado cuenta de que su vida estaba en juego aquí. Si tuviera que pasar por un celo más como este... si necesitan suprimirlo.... Si...

Seonghwa había sobrevivido y escapado de ese lugar tóxico para no darse por vencido. Hongjoong no pudo convertirse en su fin. El omega no podía dejarlo ganar de esa manera. Y si había una manera de que terminara esto de los compañeros predestinados, Seonghwa estaba dispuesto a esperar hasta que fueran a Francia. Y estaba seguro que con el vínculo sus sentimientos por Hongjoong desaparecerían también. Así. Seonghwa había decidido que todo estaba conectado.

Perdido en sus pensamientos, Seonghwa había perdido su parada, donde tuvo que cambiar de línea. Luego se vio obligado a esperar a que regresara el tren. Finalmente, aunque le había enviado un mensaje de texto a Hongjoong una hora, ahora Seonghwa era el que llegaba tarde. O no. Había un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que el alfa no dejara lo que estuviera haciendo (muy probablemente el trabajo) sólo porque Seonghwa de repente estuviera de humor para hablar. ¿Qué le pasa? ¡¡No debería haber enviado ese mensaje en primer lugar!!

Seonghwa salió corriendo de la estación de metro, tocando impacientemente su teléfono, esperando que regresara la señal, mientras cruzaba la calle y se detenía frente a la casa de té. El omega levantó los ojos justo cuando abría la aplicación KakaoTalk, y su mano cayó impotente a su lado.

Seonghwa lo vio de inmediato. Aunque la pequeña casa de té con techo rojo estaba llena ya que faltaban quince minutos para el cierre. La postura de Hongjoong se destacó, haciendo que todos los demás miraran un fondo en movimiento. Seonghwa tragó pesadamente, sus ojos recorrieron el cabello ondulado del hombre, que hoy no se molestó en peinar ni controlar de ninguna manera, hasta su rostro inusualmente preocupado y sus cejas ligeramente fruncidas. Si Seonghwa no supiera mejor que Hongjoong no muestra ninguna emoción, pensaría que incluso está triste, claramente fuera de su zona de confort. Para él. Hongjoong vino aquí por Seonghwa.

"Lo siento, ¿vas a entrar?" Alguien preguntó a espaldas del omega, haciéndolo estremecerse en respuesta.

"¡SI! Lo siento." Seonghwa se apresuró a abrir la puerta y colarse entre la multitud.

Había saludado a la pareja beta mayor por costumbre ya que Seonghwa había visitado este lugar más de una vez en las últimas semanas. Comprándole té (que ya no tenía dónde guardarlo) como agradecimiento por salvarlo de ese horrible día de la prensa. De cualquier manera, ese pequeño gesto de 'hola' que dio no fue más que fingir porque la atención de Seonghwa no pertenecía a nadie más que al alfa.

Seonghwa conocía los síntomas de la caída de un omega. Su madre estaría atrapada en ese espacio mental durante mucho tiempo. Seonghwa, al salir del centro de salud, estaba seguro de haber comenzado a experimentar algo similar, o cercano a ello - su estado sin emociones, su intento de llegar al alfa sin tener idea de lo que diría - todo sonó como una última llamada silenciosa. de ayuda antes de ahogarse en un rincón de su habitación, con el rostro enterrado en las rodillas.

Pero el aroma del bosque instantáneamente llenó a Seonghwa de algo que le faltaba. La oscuridad que lo había estado sacando de las emociones, el vacío que Seonghwa había sentido al ser el omega inútil, que ni siquiera podía soportar su calor, ya no importaba. No sabía qué tan fuerte caería después de que se separaran nuevamente, pero en ese momento, estaba bien.