REINA

Capítulo 9

El cumpleaños del tío Lucas fue un desastre total, un desastre total para mi, Enid no fue ya que se enfermo de un terrible resfriado, intenté escabullirme para ir a su casa y llevarle un presente, necesitaba aunque sea verla poco; solo que madre me descubrió en la escabullida y arruinó mis planes, padre se volvería loco si no me encontraba al momento de las fotos familiares.

Lo dejé pasar así que espere hasta mi cumpleaños, el cual muy a mi pesar madre organizó una fiesta, diez veces más grande que las anteriores.

-Hoy es tu momento hermana-lo fulmine

-Eres más pesado que Yoko.

-Solo queremos verte feliz, por eso somos pesados-habló la nombrada

-Como sea.

Obligada a ser amable salude a un montón de gente que no conocía y no me apetecía conocerla, solo esperaba la llegada de ella. Sentí el loco bombear de mi corazón, las arañas trepando por mi estómago, la brisa caliente de su perfume, la paleta de color tocar mi alma decolora; al verla mi estuve tentada a arrodillarme a su presencia, la futura reina de Rumania arrodillada ante una plebeya ¿Cómo se vería eso en mi curriculum?

La vi saludar a Pericles y como se abrazaba a Tyler feliz de verlo después de su regreso de Italia, quería asesinar a ese chico, contando los segundo que duraba su abrazo ¿seria buena idea desaparecer al hijo del sheriff? cuando la vi sola decidí acercarme a ella.

-Piensas demasiado Enid-la sentí estremecer, calentando aún más mi corazón.

-No quiero pelear-su voz aterciopelada consolando mi abstinencia

-Siento que nuestro reencuentro hubiera sido así, me disculpo por mis palabras-quería decirle que mis celos eran los que me hacían hablar demás.

-Lo justo sería que yo también me disculpara-sin contenerme ante el sacrificio de su lejanía, tome su mano.

-Has madurado, ya no eres esa niña ¿eh? La que solía jugar a los piratas con mi hermano-su sonrisa era algo que me seguiría matando.

-Y tu dejaste de ser esa niña que se encerraba en su habitación a estudiar, nunca comprendí porque estudiabas demasiado, yo nunca estudié y saque buenas calificaciones siempre-mi pecho se sacudió en una suave risa

-No es lo mismo-jamás seria lo mismo, bajo un estricto régimen de conducta, estudio y costumbres del cual Pericles se salvó, aun pensaba que el era lo suficientemente débil para soportar tal tortura.

-Serás una buena reina Merlina-la mire ante sus palabras-eres bondadosa así demuestres que quieres arrojar a todos a un estanque de pirañas.

-No quiero arrojar a todos.

-¿No?-se veía tierna cuando fruncía así el ceño.-¿A quién no arrojarías?

-A ti.

Esa fue una de mis mayores confesiones o bueno, el inicio de abrir mi corazón con ella. Su reacción fue la esperada, esos diamantes se abrieron con tan sorpresa acompañando el carmesí de sus mejillas, quería decirle tanto en ese momento, todo para no ensombrece los días siguientes.

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Padre colocó el anillo de la abuela frente con su sonrisa horrible de loco psicópata, un Addams siempre ha aportado un diamante negro a la alusión de la sombría alma, no el adecuado para mi amada.

-Se verá hermoso en Enid.

-No, ella merece algo mejor-cerré la caja

-Es la tradición Merlina-su semblante había cambiado

-Me canse de las tradiciones padre, a partir de ahora las cosas se harán como yo dicte. Enid merece un anillo mejor, el color puede manchar mi vida pero la oscuridad no manchara la de ella.

-En unas semanas será un Addams, renunciara a muchas cosas-eso jamás lo permitiría.

-Antes muerta que permitir que le roben a Enid su ser, ella no tiene que renunciar a nada. No dejaré que sigas tomando mando en mi vida, te permitiré esta cena y el baile de compromiso después las cosas se harán como Enid y yo las decidamos.

-No seas insolente niña, recuerda que aun puedo jugar mis cartas-lo sabía, lo miraba en sus ojos.

Madre entro justo en el momento donde desataría la guerra ocasionando que me mordiera la lengua, anuncio feliz la llegada de los Sinclair siendo la hora para la gran cena donde Enid por fin se enteraría de nuestro compromiso y lo anunciaremos al mundo.  

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Pequeño pero efectivo.