Marie llevaba viviendo 4 días en la habitación de Peacock en aquel laboratorio. Al principio todo estaba bien, pero hoy algo la estaba afectando. Unos científicos le hicieron unas pruebas y la insultaron gratuitamente.La de pelo ceniza se sienta en el sofá mientras su amiga prepara todo para ver una película. Lleva una mano a su pecho y suspira pesadamente cuando no siente nada.
— "No importa cuánto te esfuerces, el hecho de que ni siquiera recuerdes que los corazones laten te vuelve un ser despreciable" — recordó una de las palabras de un científico que se reía en su cara cuando trató de tomarle el pulso y Marie, inocentemente, le preguntó qué estaba haciendo. Ella olvidó por completo que se supone que su corazón debe latir.
— ¿Estás bien? — Preguntó Peacock, quien estaba preparando la película con emoción, sin percatarse del estado de ánimo de su amiga.
— Sí, estoy bien Patricia.
— Jaja, no, no lo estás — se sentó en el sofá al lado de Marie y la observó con una sonrisa comprensiva — Sí pasó algo, debes decirme... no es que quiera forzarte, pero ya sabes, me preocupa tu seguridad y esas cosas.
— Un científico se burló de mí porque no tengo corazón y me hizo sentir mal. No triste por el maltrato, sino... triste porque extraño mi corazón. Se siente tan raro volver a ser la misma Marie, con la misma personalidad, la misma alma, pero con un cuerpo muerto — ella se arrepiente de haberle dicho eso a Patricia, cree que se va a enojar.
— No estoy diciendo que me arrepienta de estar viva. Amo que me hayas salvado, amo este nuevo propósito en mi vida. Pero... ¿entiendes mi problema?
— Solo entendí que estás sobrepensando mucho lo que unos nerds te dijeron. Los corazones están sobrevalorados. Aquí en Lab 8 hay al menos 5 personas con corazones artificiales. Escúchame, si quieres recordar cómo se sienten los latidos de un corazón... Escucha el mío.
Marie asintió abrumada por la propuesta. Un ligero rubor coloreó sus mejillas.
— ¿Escuchar tu corazón?
La de ojos biónicos asintió con una sonrisa tranquilizadora. — Sí, confía en mí. No tienes que sentirte avergonzada. Es solo para que recuerdes cómo se siente tener un corazón latiendo en el pecho.
Peacock tomó la mano de Marie y la colocó sobre su pecho, justo donde latía su corazón. Marie cerró los ojos y sintió el suave latido que resonaba bajo su palma.
— ¿Sientes eso? — susurró la pelirroja, con un ligero rubor adornando sus mejillas — Ese es mi corazón, y si te sientes mal porque el tuyo está muerto, recuerda que el mío late por ambas.
Marie abrió los ojos, sintiéndose abrumada por la ternura de su amiga. Un cálido sonrojo se extendió por sus propias mejillas mientras se miraban fijamente.
— Gracias, Patricia — dijo Marie con voz suave, apretando ligeramente la mano de Peacock sobre su pecho.
— Bueno, ya basta. Esto se está poniendo muy raro.
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Drabbles Peamarie después del modo historia
RomanceLos Drabbles son historias cortas de 100 palabras (o 500). En este libro, expresaré las situaciones PeaMarie que se me ocurren después del final del modo historia de Marie (alerta de spoilers)