El día que Marie se dio cuenta de que le gusta Patricia, quería morir otra vez.
El fantasma del Señor Hilgard fue quien la guió y le dio el apoyo intelectual para entender sus sentimientos.
Era obvio... Si las mejillas de Marie se ruborizan cuando Peacock la abraza y no parece querer separarse nunca. Si su mente vuela cuando ella le habla amablemente. Si siente la necesidad de estar con ella, de protegerla cada vez que sale del laboratorio sola. Si cada vez que piensa en que Peacock rompió el tejido de la realidad para salvarla, su cuerpo se llena de cosquilleos y siente un enjambre de avispas en su estómago muerto. Si se abraza a la almohada y recuerda todas las palabras que le dijo ese día mientras imagina escenarios ficticios.
Era obvio...
Sin embargo, la pobre Skullgirl no puede simplemente decírselo y ya. Tiene que mantener oculto ese sentimiento, pues siente que puede traer problemas. No cree merecer a Patricia de esa forma, no se siente alguien que pueda ser amada de la forma en la que son amadas las hermosas mujeres vivas y sin pasados criminales de las películas y libros que ha leído estas últimas semanas.
Además, ambas son chicas. Tiene miedo al rechazo, a la burla, a ser herida. No debería pensar que Peacock podría hacerle algo así... pero no puede evitarlo.
— Mantendré oculto este sentimiento hasta que desaparezca — dijo la última Skullgirl en voz baja, pues era de noche y su amiga estaba durmiendo a pocos pasos de ella.
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Drabbles Peamarie después del modo historia
RomansLos Drabbles son historias cortas de 100 palabras (o 500). En este libro, expresaré las situaciones PeaMarie que se me ocurren después del final del modo historia de Marie (alerta de spoilers)