¿Que tanta suerte podías tener para encontrarte con tu Idol favorito?
Las posibilidades siempre eran muy bajas, sin embargo, Dahye había tenido la suerte (o la mala suerte) de encontrarse con el suyo.
-¡Dios mio, juro que fue sin querer, lo siento...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
21. 𝘓𝘈 𝘖𝘗𝘖𝘙𝘛𝘜𝘕𝘐𝘋𝘈𝘋 𝘋𝘌 𝘈𝘔𝘈𝘙
★
Hoy sería el día.
Ayer había consulado con su psicóloga, sus mejores amigos e incluso con la almohada.
Y estaba decidida a que hablaría con Minho.
Hoy ambos habían echo planes para salir, exactamente a Gimpo. Donde visitarian de nuevo a Soonie Doongie y Dori.
En el camino, ninguno menciono nada sobre la carta que él había escrito.
Dahye estaba nerviosa, no sabía como debería comenzar a hablar con él sobre sus sentimientos.
¿Debería soltar solamente "Minho, tu también me gustas? ¿O eso seria demasiado directo?
—¿Estas bien, Dahye?— pregunto Minho sacándola de sus pensamientos. Él sentía que quizá había incomodado un poco a la chica.
—Lo estoy Honnie, ¿por qué lo dices?— pregunto ella y él simplemente negó, restandole importancia.
Ambos se sentían nerviosos.
Ninguno estaba seguro de querer dar el primer paso para hablar de la carta o de sus sentimientos por el otro.
Y fue algo que la mamá de Minho noto, si nerviosismo era obvio.
—Es bueno tenerlos aquí de nuevo, Minhonnie.— saludo su mamá con un abrazo—. Pasen, los gatos están en el cuarto de Minho, de ahí no salen jamás.
Dahye sonrio al escuchar mencionar los tres gatos de Minho.
—Hola, Sra Lee— saludo Dahye con un abrazo antes de entrar.
—Es un gusto tenerte aquí, Dahye.— mencionó emocionada la madre del mayor—. Minho no me aviso con tiempo que venían, así que compre pollo frito, espero les guste.
—No era necesario mamá...— dijo Minho apenado.
—Han tenido un camino largo, ¿quieren que les sirva?— pregunto mientras caminaba a la cocina.
Y Minho miró como Dahye estaba entusiasmada por la comida, así que asintió.
—¡Yo le ayudo Sra Lee!— dijo entrando a la cocina detrás de ella.
Durante la comida, no hubo ningún segundo en donde se quedarán solamente callados.
La cocina estaba llena de risas, en su mayoría de Dahye y la Sra Lee, quienes compartían algunas anécdotas graciosas de Minho.
