La noche caía sobre la ciudad de Nueva York, cubriendo sus calles con un manto de oscuridad y misterio. En un lujoso club nocturno en el corazón de Manhattan, la música resonaba en las paredes de ladrillo mientras la élite de la sociedad se reunía para disfrutar de una velada de lujo y excesos. En medio de la multitud, destacaba una mujer de una belleza deslumbrante, cabello oscuro como la noche y ojos tan profundos como el océano.Ella era Isabella Moretti, una reconocida modelo de renombre internacional. Su presencia en el club siempre generaba un revuelo entre los presentes, atrayendo miradas de admiración y envidia por igual. Sin embargo, esta noche, los ojos que la observaban no eran solo de admiración, sino también de deseo y obsesión.
Desde una mesa en un rincón oscuro del club, un hombre observaba a Isabella con una intensidad perturbadora. Se trataba de Vittorio Romano, el temido y poderoso jefe de la familia Romano, una de las más influyentes familias de la mafia en la costa este. Vittorio era conocido por su astucia, crueldad y obsesión por las cosas hermosas que la vida tenía para ofrecer, especialmente las mujeres.
Mientras la música seguía sonando y la noche avanzaba, Vittorio ordenó a sus hombres que se acercaran a Isabella. Con una mezcla de intimidación y encanto, lograron llevarla hasta la mesa del jefe mafioso. Isabella, desconcertada pero manteniendo su compostura, se sentó frente a Vittorio, quien la miraba con una sonrisa siniestra en los labios.
"Bella Isabella, qué placer tenerte aquí esta noche", dijo Vittorio en un tono suave pero lleno de autoridad.
Isabella respondió con cortesía, aunque su instinto le advertía sobre la peligrosidad de la situación. Antes de que pudiera decir algo más, Vittorio tomó su mano y la besó con galantería falsa pero convincente.
"He oído hablar mucho sobre tu belleza y encanto, y debo admitir que superas todas las expectativas", continuó Vittorio, mientras sus ojos recorrían cada centímetro del rostro de Isabella.
La incomodidad de Isabella aumentaba con cada segundo que pasaba en presencia de Vittorio y su séquito de hombres armados. Sin embargo, sabía que debía mantener la calma y encontrar una manera de salir de esa situación peligrosa.
Mientras tanto, en las sombras del club, un hombre observaba la escena con preocupación. Se trataba de Luca Moretti, el hermano de Isabella y también un miembro respetado dentro del mundo criminal, aunque en el lado opuesto al de Vittorio Romano. Luca sabía de la obsesión de Vittorio por las mujeres hermosas y temía por la seguridad de su hermana.
Decidido a intervenir, Luca se acercó discretamente a la mesa de Vittorio, buscando una oportunidad para hablar con su hermana y sacarla de allí lo antes posible. Sin embargo, los hombres de Vittorio estaban atentos y alerta ante cualquier movimiento sospechoso.
Mientras tanto, Vittorio continuaba halagando a Isabella con palabras seductoras y promesas veladas de lujo y poder si accedía a sus deseos. Isabella, consciente de la peligrosidad del hombre frente a ella, buscaba una manera de ganar tiempo y encontrar una salida segura.
En un momento tenso de la conversación, Luca logró acercarse lo suficiente para susurrarle a su hermana: "Isabella, necesitamos salir de aquí. Vittorio no es alguien con quien jugar".
Isabella asintió levemente, transmitiendo su entendimiento de la gravedad de la situación. Sin embargo, antes de que pudieran ejecutar su escape, las luces del club se apagaron de repente, sumiendo todo en la oscuridad.
Un murmullo de confusión se extendió por el local mientras todos intentaban entender lo que estaba sucediendo. En medio de la confusión, se escucharon gritos y sonidos de lucha, indicando que algo grave estaba ocurriendo.
Cuando las luces se encendieron nuevamente, se reveló el caos que se había desatado. Vittorio Romano y sus hombres habían desaparecido, al igual que Isabella. Luca miró a su alrededor con horror, buscando a su hermana entre la multitud preocupada y desconcertada.
Un mensaje en el teléfono de Luca captó su atención. Era un mensaje de Vittorio Romano, con una imagen de Isabella atada y una advertencia clara: "Si quieres volver a ver a tu hermana con vida, tendrás que pagarme un precio muy alto".
Luca apretó los puños con furia contenida mientras se daba cuenta de que su peor temor se había hecho realidad. Ahora, comenzaba una carrera contrarreloj para salvar a su hermana de las garras de un hombre obsesionado por su belleza y poder en el submundo de la mafia.
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Mafioso Romano Obsesionado
Short StorySipnosis La noche caía sobre la ciudad de Nueva York, cubriendo sus calles con un manto de oscuridad y misterio. En un lujoso club nocturno en el corazón de Manhattan, la música resonaba en las paredes de ladrillo mientras la élite de la sociedad se...