A NADIE LE GUSTA EL TÉ

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Las semanas habían pasado desde ese entonces, en concreto dos. Nada demasiado increíble había pasado, más allá de algún crimen tonto por parte de nuestro querido payaso, que si bien había hecho saber a la ciudad que había salido de Arkham, no se estaba portando muy mal... probablemente por el simple hecho de que estaba ocupado con su nueva familia, construyendo la sede y preparando una buena estancia en ella; pues al parecer el resto de integrantes también concordaron en que una convivencia era lo mejor, sobre todo a tener en cuenta por los enemigos tan peligrosos que tenían en su contra, como lo eran Bane o Zsasz, por no mencionar a CatWoman... que si bien el mayor peligro que suponía era que sufrieras un robo y un arañazo en la cara, ¿querías de verdad que te robase algo importante? Esa mujer iba a por cosas de valor, sobre todo del sentimental. Sí, definitivamente alguien del calibre de estos villanos preferían una pelea contra un loco que se marca el cuerpo con el número de asesinatos cometidos, o contra un mexicano enfurecido que es adicto a la testosterona y unas  cuantas esteroides. El héroe alado no mucho había tardado en saber de que Joker volvía a sus anchas por la ciudad, lo cual fue cuanto menos preocupante. La gente no escapa de un sitio así, era complicado, bastante. Si ya de por sí los crímenes que cometió antes de entrar al asilo eran atroces, que escapase con facilidad solo podía significar que el payaso no debía ser subestimado, algo de lo que ya había pecado para su desgracia. Se encontraron nuevamente en un callejón de mala muerte en una de las noches cautivas del insomnio de Batman. Joker estaba husmeando, al menos eso fue lo que pareció a simple vista, ningún rastro de sangre u objeto robado en las manos del criminal, quien no tardó en ensanchar su sonrisa en cuanto le vio. Una risilla cansada salió de su boca, introduciendo con lentitud los guantes en sus manos, bajo la atenta mirada del detective, el cual oprimía todo pensamiento sobre lo delicadas y suaves que debían ser las manos ajenas bajo el tacto real. 

— ¿Qué le ha pasado a tu boca? 

— Hmhmhmh..~ Oh, Bats, ¿tanto te fijas en mis labios que te das cuenta del mínimo cambio en ellos?  

— Es perceptible para cualquiera que tus comisuras se alzan unos cuatro centímetros más de lo normal, y no es porque estés sonriendo con mucha fuerza. Es anti-natural. 

— Wow, qué capacidad para poner excusas, querido. No considero haber obtenido un resultado tan malo, que pena que no te guste. 

— No he dicho eso. 

— ¡Uhuhuhuh! Vaya, vaya. Alguien está de humor esta noche, ¿qué quieres, Bats? ¿Buscas una presa que cazar? Ya sabes que me encantaría ser el indicado, pero tengo unos asuntos que no pueden esperar.  

— Verte en un callejón a las dos de la mañana no puede significar nada bueno, pero ya veo que simplemente observas el sitio. 

— ¿No me vas a preguntar por qué? 

— No me vas a responder. 

El payaso carcajeó, acercándose al héroe, que se quedó quieto en el lugar, dejando que el de tez pálida se abrazase a su cuello y se tambalease suavemente, mirándole con una sonrisa ladina entre pequeñas risa sutiles. La expresión del multimillonario no cambió en lo más mínimo, acompañando a su cuerpo firme pese a la nueva presión que ejercía su contrario, casi atrayéndole hacia él.

— Me encanta que seas tan astuto, pero le quitas la diversión a las conversaciones si te adelantas a las acciones de tu contrincante, ¿no crees, cariño? 

— No me gusta perder el tiempo. 

— Oh, ¿y qué provecho sacas de esta conversación, detective? 

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⏰ Última actualización: Aug 24 ⏰

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𝐓𝐇𝐄𝐑𝐄'𝐒 𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒 𝐀 𝐂𝐇𝐎𝐈𝐂𝐄. [BatJokes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora