En silencio.
Porque haciendo ruido me descubrirán. Si hablo no importa como o cuando, me callaran de todas formas. Si susurro, si murmuro, seré castigada.
Pero si camino en silencio.
No habrá forma de atraparme.
-> Fanfic de Levi Ackerman.
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Ahora la promoción 104 era el escuadrón del capitán Levi. Y nuestra base era una pequeña casita alejada del resto del cuartel.
Al llegar el establo era tan pequeño que recordé una de mis convesaciones con Dita Ness.
«—Cuando me case con mi mujer, y tenga hijos, me aseguraré de tener un establo enorme con todos mis caballos. ¡Los establos deben de ser espaciosos y grandes! Sino los caballos no estarían comodos. ¿Tu estarías comoda en un sitio tan pequeño? ¿¡Y sabes que más tendría en mi hogar!? Un enorme campo para que los caballos puedan moverse por libertad. El establo solo tendría la funcion de bebida y agua, y un sitio calentito en el que descansar. ¡Ahg! ¡Debo de estar aburriendote! ¡También me estoy liando! Mejor me callo.»
No Ness... No te calles. Gritame, susurrame, murmurame.
Estuve presente cuando le contamos la noticia a su familia, y pude entregarles personalmente a Charlotte. Su mujer se echó a llorar. Ella estaba embarazada. Lo bueno es que hice migas con ella. Ahora estamos en contacto mediante cartas, y cuando puedo, voy a verla a Klorva, o Nedlay, nunca me acuerdo de cual es su verdadero nombre. Es un distrito de la muralla Rose, al oeste.
Guio a Teddy hasta allí y nada más llegar, me bajo de ella y abro las puertas. Esta todo patas arriba, super sucio.
Atamos a los caballos en la entrada.
—Capitán, me ofrezco como voluntaria a limpiar el establo, entero. —el pelinegro me miró por encima del hombro algo sorprendido y asintió.
—Necesitaras ayuda con todo este desastre.
—No te creas capitán. Estaré bien. —me adentré al edificio ignorando a mis compañeros.
Estos estaban muy ocupados admirando el sitio y buscando excusas para hacer el vago. Yo me centré en recoger los excrementos de anteriores caballos y sacarlos fuera del establo. Después retiro todas las telarañas junto a sus dueñas, o dueños... Voy al pozo, recojo agua y me pongo manos a la obra.
...
Practicamente me tiro todo el día. Estoy tan entretenida que me olvido de mi hambre. Estoy guardando a los caballos dentro, y poniendoles de comer cuando veo a Rivaille llegar.
Cuando llega revisa el lugar. Pasa su mano por la madera. —¿Has limpiado el tejado? —sonreí.
—Erd y Gunther me enseñaron como hacerlo. —los recuerdo con tristeza mientras acaricio el caballo negro del capitán.
Este se acerca a mi en busca de caricias.
—Cuando llegamos al antiguo cuartel del cuerpo de exploración los vi con el equipo de maniobras. —lo señale con mi pulgar con algo de cansacio. —Ya me advirtieron que necesitaria fuerz—tropecé con la pala al girarme a verle a la cara.
