En silencio.
Porque haciendo ruido me descubrirán. Si hablo no importa como o cuando, me callaran de todas formas. Si susurro, si murmuro, seré castigada.
Pero si camino en silencio.
No habrá forma de atraparme.
-> Fanfic de Levi Ackerman.
- &g...
—¿¡Se puede saber porque os estais comportando de esa forma!? —escuche murmurar a Armin en voz baja detrás de mi.
Me encontraba al lado del capitán Levi cabalgando distraidamente. Nos encaminabamos hacia un experimento de Hange. Quería comenzar a practicar el poder de Eren, para así poder cerrar el muro Maria, en concreto, el distrito de Shiganshina.
Cuando cayó el muro Maria, muchas personas llegaron a la ciudad subterranea, y otros se quedaron en el exterior, muchos en las tropas de reclutas.
Puse mis orejas atenta a la conversación de Armin y Connie. Llevaban dias comportandose de manera extraña. Jean y Connie se peleaban constantemente para sentarse a mi lado, para limpiar conmigo el establo, para acompañarme al cuartel, y ahora, Jean le estaba pidiendo a Armin que le cambiara el sitio para estar más cerca de mi.
Esto empezaba a tomar un aire turbio, y no me gustaba nada.
Mire por encima de mi hombro como se ponian a sususrrar, y Jean vigilando que no me diera cuenta.
Que era lo que ocultaba. ¿Acaso no les caía bien o algo por el estilo?
De todas formas me acostumbré a que Ruth y mi familia me hicieran el vació. Nunca fui la querida. Suspire con cansacio mientras nos acercabamos lentamente a Eren transformado. Hange estaba a su lado dándole indicaciones, o hablando sobre algo.
Estaba fuera de peligro. Así que me di un descanso.
Estar detrás de Eren también le agobiaba y a veces me daba pena, mi suerte es que lo entendía.
—C-Celia. —me gire a mi izquierda.
Armin y sus mejillas sonrosadas se acercaban de manera dubitativa hacia mi. —O-Oye C-Celia. —el capitán a mi lado, lo ignoro.
—¿T-Te...? Ahg... ¿T-Te...? —Mikasa a su lado le dio un empujoncito en el hombro.
—¡¿Te gustaría salir esta noche?! —parpadee varias veces.
El capitán a mi lado ni se inmuto.
—V-Verás A-Armin y-yo... —me puse hasta yo nerviosa.
No podría salir con ningúno de ellos. Son muy jovenes. Les saco muchos años.
—¡Porfavor piensatelo! —se fue caminando rapidamente a otro lado, con Mikasa siguiendole detrás.
El aire entre Rivaille y yo se puso bastante incomodo. Lo miré de reojo, y lo pille a él mirandome también.
Esto es muy incomodo.
Quiero hacer tantas cosas y no puedo hacer ningúna. A mi cabeza vuelven los momementos en los que hemos estado a solas, y mi memoria corporal recuerda sus brazos rodearme, o su barbilla rozar mi cabello... Dios mio, me pregunto como sería tener sus labios en mi frente, en mi mejilla, en mis... labios.
