Decadencia con olor a esperanza.

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Un día lo vi, sus ojos, no brillaban; nunca lo hicieron, nunca vi cierto encanto cuando hablaba de la luna pero cuando hablaba de su Mar; cuando hablaba a cantos encontrados disimuladamente enamorados, notabas unas notas de esperanza.
Esperanza, una emoción que deje reflejada en mis pinturas cuando, por primera vez, me dejó. 
Fue de la nada, un día normal después de la escasa comunicación en unas vacaciones largas y secas en donde por alguna situación, no lo vi. 
Volver a verlo fue un sentimiento de impaciencia por besarlo, por abrazarlo.
Como si nunca en su vida me hubiera visto, como cuando saludas a un desconocido; me dio la mano; un saludo extraño en donde el corazón no sabe que ocurre y la cabeza se confunde 
Y de la nada, de aquel apretón aparece un olor, penetrante, inquietante.
De nuevo mi esperanza queriendo contrarrestar con el fuerte olor de la decadencia que se encuentra escondida, en unos ojos que nunca brillaron por mi amor.
Tengo miedo y desde entonces, en ese momento las cosas cambiaron, me dio la noticia alguien mas, cosas que aun no sabía que iban a pasar puesto que no sabía que me iba a dejar.
En el momento, cuando confirmo lo que dijeron, mi corazón se lastimo por primera vez.
Como cuando de la nada te cortas en el dedo y comienza a sangrar y miras confundida que es lo que acaba de pasar, mis ojos se volvieron cascadas desesperadas de entender que pasaba, ¿por que ese día?, ¿por que en un medio año de un amor jurado?, ¿por qué?.
Entre el frío de sus palabras, entre el miedo de mi voz, sentía como el incendio creció, me quemaba, me estaba llenando el cuerpo de fuego calcinante, voraz. 
El cielo tan oscuro y sin estrellas fue testigo de un alma en dolor que no entendía como fue que paso, si el aun decía "Te amo" y parecía tener razón.
En medio de las horas los llantos que contagiaban preocupación a la gente andante por esos pasillos, fue detenida por personas que sin saber que pasaba, me tomaron entre brazos y me sacaron de 4 pequeñas paredes en donde hacían necesidades, arrodillada, lastimada, asustada.
No sabía que sería mi rutina continua, no sabía que sería mucho de mi vida, o quizás si
Pero solo tapaba el olor de la decadencia, con el perfume de mi esperanza. 

De pronto, con forme los días pasaban, mis ojos no paraban de posarse en su Mar, ella, tan diferente a mi; tan divina para atraparlo pero tan indiferente como para notarlo, y el a su lado, distinto, cambiado, ignorante de lo que el fuego en mi alma estaba gritando, anhelando que por unos segundos nuestros ojos se chocaran y viera a través de los míos todo lo que mi corazón le cantaba, notabas largas que se guardaban en mi pecho por no poder gritarle.
El sabía que su Mar, su amistad, su amor por ella, escondido bajo una caja transparente que el mundo entero podía ver; me mataba. 
Nunca me fui y la Decadencia seguía ahí, creciendo, llenando el ambiente con el olor pesado y asqueroso que se mezclo con el peso en mi espalda de no encontrar en ningún lado mi ego, mi orgullo, mi amor por mi, mi paz mental. No se cuando la deje ir. 
En mi pecho, la piedra que guardaba las notas largas sin gritarle, crecía, mirando como a su lado parecía mejor, preguntándose ¿Qué fue lo que no entrego?...
¿Cuerpo?, ¿Sangre?, ¿Odio?... intentaba encontrar sentido pues lo que di antes no basto, porque ni todo el amor en la sangre de mis venas basto para que me amara como nunca deje de amarlo a el. 
Como el olor de decadencia que aun hasta el final, nunca se fue. 


cuando me rompieron el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora