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Una pésima mañana más . Hyun Joong se levantó desde temprano, aseó un poco su casa y desayunó.

Solo le quedaba cepillarse los dientes.

Mientras lo hacía, se miraba fijamente al espejo. Una inquietud desde hace algunos días lo estaba atormentando. Ya ni siquiera sabía si se casaría o no.

Finalmente su relación estaba rota.

Sus ojos se posicionaron sobre la fotografía que tenía pegada en el mismo espejo. Enojado, la arrancó y tiró a la basura.

—Eres un estúpido —susurró —En cuánto vuelvas, hablaré contigo y pondré un fin… Un punto final que desde hace mucho tuve que haber puesto.

En fin, terminó de cepillar sus dientes y se marchó a la biblioteca.




****

Llegando, dejó su mochila y quiso sentarse, pero la silla se resbaló y él cayó al suelo.

Se raspó un poco la mano al caer.

Definitivamente este no era su día. Escuchó algunos susurros, trató de ver quién era el responsable y lo observó entre los estantes.

Era el voluntario, Hyung Jun. Estaba haciendo lo de siempre, solo pasearse en toda la biblioteca y no hacer nada más que jugar.

—¡Oye voluntario! —exclamó golpeando su cabeza.

—¡Duele! —se quejó al instante —¿Qué ocurre Hyun Joong?

—¿Sabes lo que quiere decir ser voluntario?

Hyung Jun agachó la cabeza.

—Debes dar servicio voluntariamente y siempre estás aquí jugando sin hacer nada. Hyung Jun, debes esforzarte.

—Calmate un poquito Hyun Joong, no hay de que preocuparse.

—Si continuas de esa manera me encargaré de que pierdas absolutamente todos los créditos del servicio, ¿Entendiste?

Hyung Jun parecía estar ignorandolo, estaba mirando hacia atrás y con mucha atención.

—¡Oye! —exclamó —¿Me estás escuchando?

—Shhh. Él está aquí, Hyun Joong.

—¿Quién, de qué hablas? —cuestionó mientras se escuchaban pasos entre los estantes.

—Mira —lo llevó hasta uno de los huecos donde no había libros para poder observar —Ahí está….

Hyun Joong pudo ver a un hombre con mejillas redonditas, vestido con traje negro que hojeaba un libro y arrancó una página.

El tipo tomó otro e hizo lo mismo.

—Ya te tengo… —musitó tomándole fotografías de evidencia.

El hombre tomó más libros y se los llevó a una mesa. Los dejó allí, los abrió e iba arrancando más páginas.

Hyun Joong le dió su móvil a Hyung Jun y corrió hasta el tipo demente.

—¿Qué haces?, ¿Estás loco? —preguntó tratando de quitarle el libro.

—Y-yo… ¡Espera! —exclamó el hombre.

—No puedes hacer eso, ¡Hyung Jun, graba esto!

Al escuchar el escándalo, la seguridad de la biblioteca tuvo que intervenir.

—¿Qué sucede aquí? —preguntó un guardia.

—¡Rápido, aquí!, ¡Dense prisa! —exclamó Hyun Joong, aún forcejeando por el libro.

𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏𝘽𝙍𝙀𝘼𝙆 𝙇𝙄𝘽𝙍𝘼𝙍𝙔 - 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙎𝘼𝙀𝙉𝙂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora