I

311 15 7
                                    

Enzo no recordaba cuándo se habia hecho amigo de Juli, nisiquiera se habian hablado el primer dia de clases que tuvo Enzo cuando se mudo a Córdoba, tampoco había un evento clave que sello su amistad, sólo se habían empezando a conocer cada vez más y ahora a los dieciséis no podía pensar en la vida sin su mejor amigo.

Cuando tenían trece iban a andar en skate al parque de las naciones, el único skatepark en zona norte en ese momento, unos años después inauguraron el del Kempes, pero la costumbre ya estaba y el parque de las naciones estaba a unas cuadras de lo de Enzo. Se llevaban una coca retornable y caramelos masticables, esos que en esa época con 20 pesos te llevabas dos kilos, Enzo se comía los de cereza y los de manzana y Juli los de durazno y banana. El morocho siempre creyó que su amigo tenía mal gusto con los caramelos ¿como te van a gustar los de banana? Igual nunca dijo nada, porque que le gustaran los caramelos de mierda ayudaba a que la división sea justa, bueno al menos hasta que una noche después de patinar toda la tarde se acostaron abajo de un árbol con los caramelos que quedaban y unos tragos de coca ya caliente y sin gas.

-¿Te puedo robar uno de cereza?- Se lo había pedido hasta con vergüenza, como si no fuera él quien los había pagado

-¿Te gustan los de cereza?

-Si, son mis favoritos- antes de que Enzo pudiera preguntar lo obvio, Juli le respondió -Nunca te los pido porque son los que menos vienen, y que se yo, son tus favoritos.

-Pero si son tus favoritos también los podríamos haber dividido o turnarnos, no se, ahora me siento re mal por hacerte comer los de banana mientras yo tenia los de cereza.

-Bue, no te lo hubiera pedido si entras en esta crisis- se quedaron en silencio un rato, sólo se escuchaban los autos y la gente charlar en el skate park a unos metros del árbol. Enzo le pasó un caramelo rojo a su amigo y este le respondió con una sonrisa mientras le sacaba el papel.

-Gracias.

-Gracias por dejarme los mejores siempre.

-Vos siempre te mereces lo mejor.

Se mandó el último trago de coca y con cara de asco se levantó y le dio la mano a Enzo para empezar a caminar a casa, su vieja les iba a hacer milanesas y no quería que los hermanos mayores de su amigo se las terminaran.

. • ○ • .

Los 3 años que habían pasado trajeron pequeños cambios a sus rutinas que poco habían cambiado. Ya no compraban coca, sino birra, los caramelos fueron suplantados por una etiqueta de puchos y bueno, un par de caramelos de limón para Juli que ahora eran sus favoritos.

-¿Porque seguís comprando caramelos?- Le preguntó Enzo un sábado a principio de año -Una vez un señor me dio uno y me dijo que después de un pucho va un caramelo.

-¿Y era de limón?

-No, de manzana verde, el limón es mi toque personal.

No sólo sus compras habían cambiado, la pubertad los había atacado con violencia. Juli ahora tenía el pelo bastante largo, las mechas castañas claras que le hacían de flequillo le caían en los ojos. La cara de nene buenos era eterna en el y la habia aprendido a usar a favor, no es que fuera un desastre pero tampoco boludo. Los pómulos habían sido atacados por el acné pero a él no parecía afectarle mucho, con el levante que manejaba los granitos era lo de menos.

Enzo dejo de ser bajito pero su autoestima no habia crecido ni un poco, no importa cuánto esfuerzo le pusiera o cuantas veces Juli lo chamuyara en joda/adulara por algo, el se tiraba abajo solo. A los ojos del morocho el seguía igual que a los 11, lo único que realmente había cambiado para Enzo fueron las hormonas.

Vivía caliente, todo lo exitaba, el mas minimo estimulo su entrepierna lo dejaba en evidencia ¿La remera de la profe dejaba ver un bretel del corpiño?¿El boxer estaba muy ajustado?¿Alguien le susurro cerca del cuello?¿Algun perfume?¿Dos objetos esfericos juntos? Si, todo lo hacia poner duro. Que alguien lo notara lo tenia tan perseguido que se habia vuelto re vergonzoso, sobretodo con las minas y sí algo le daba terrible bronca era el levante del castaño cuando él no tenía una sola chance de ponerla. Igual no se podía enojar con su amigo, cada vez que salían los dos solos ignoraba a todas las chicas y si Insistian las rechazaba tranquilo.

-Salí con vos boludo, no me voy a ir con una mina y dejarte solo.

-Muy noble de tu parte pero yo me la re tomó si me llegan a dar bola.

-Cual te gusta a ver- le pregunto el apenas mas bajo mientras se paraba al lado y admiraba el patio reventado de gente.

-La rubia bajita, esa- señalo con el menton a una chica de vestido negro al cuerpo -Igual no me ba a dar bola, creo que ni me registro y le pase al lado como cinco veces.

-Uh loco ya te tiras abajo, anda y sacala a bailar o algo- le dijo Juli mientras le apretaba los hombros -Si no te registro anda y que te registre.

-No se boludo me da un pánico, me dice que no y quedo como un gil.

-Con esa actitud no la pones más.

-Bueno la puta madre, ya voy.

Dos pasos lejos de Juli y ya había perdido cualquier tipo de valor, pero no sabía si le daba más vergüenza hablarle a la mina o pegarse la vuelta como el cagon que era. Con los ojos clavados en el piso camino hasta ver las botas negras brillantes de la rubia justo en frente de sus zapatillas sucias, otro motivo para sentirse incómodo ahí.

-Hola- Intentó con seguridad falsa.

Las amigas de la chica soltaron una risita y le hicieron saber con la mirada que Enzo estaba ahí.-Que onda?- respondió tranquila, la verdad es que no parecía ser tan terrible todo este tema de chamuyar minas.

-Te pinta bailar?-

-Si, de una- apenas Enzo proceso las palabras de la chica quizo gritar de la felicidad, pero ahí nomas llegaron las palabras que le iban a cagar la noche. - Tengo novio por las dudas, pero te lo acepto porque pareces piola.

-El no va a tener problema?

-Na, ni ahi, vos tranqui.

Bailaron dos canciones y apenas pudo se escapó con una excusa pedorra, si hubiera querido bailar con alguien se habría quedado con Julian que hacían tremendo dúo en el cuarteto. Se alejo del tumulto de personas buscando a su amigo para tomarse el palo de la joda y dejar en esa casa de algún desconocido su fracaso, al toque vio la remera celeste de su amigo al lado de la pileta, acostado en una reposera fumando un pucho.

-Venis seguido por acá linda?- Le preguntó jodiendo mientras le robaba el cigarrillo.

-Al fin, hace rato que me quiero ir a la mierda.

-Porque no me buscaste?.

-Ya sabia donde estabas, pero no quería interrumpir- El morocho sintió como le quemaban los cachetes de la vergüenza, no sólo por como lo dijo sino también por el énfasis que le dio con las cejas.

-Dale, vamos, tengo un re sueño.

Le alcanzó la mano para ayudarlo a levantarse y ya teniéndolo más cerca pudo ver los chupones que apenas se escapaban del cuello de la remera. No era algo raro, Juli vivía marcado, pero esa noche el sabor amargo en la boca del más bajo apareció y le duró toda la caminata, mirando de reojo el cuello pintado y los labios hinchados de su amigo.

------------------------------•🇦🇷•------------------------------

Wenas, son capítulos cortitos y voy a intentar actualizar rápido. Voten y comenten que son los mimos que necesito para seguir siendo un desquiciado
'🐀

Hot Summer NightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora