Julian se estaba pegando un baño, larguísimo obvio, como siempre. Enzo por su parte se hizo dos huevos duros, vio el final de un partido que enganchó en la tele y por último atacó el placar de su amigo buscando que ponerse.
El viejo de Juli era un tipo platudo, bueno en comparación con su familia al menos, y siempre le compraba de todo a su hijo. Obvio que era el padre más ausente del mundo pero Juli tenía ropa re fachera y a Enzo le venía joya para todas las salidas. Armo algo tranqui, más o menos lo venía pensando en el bondi, así que no revolvió tanto. Unos jeans negros, camisa manga corta beige, medias blancas y las vans soñadas que había comprado Juli el año pasado que no estaba logrando encontrar en ningún lado.
Ya con las medias impolutas puestas recorrió la casa buscando abajo de todos los muebles, Juli tenía la mala costumbre de dejar el calzado en cualquier lado. Abajo de la mesa? nada. En la entrada? nada. Abajo del sillón? nada. Abajo de la cama del viejo? Al fin.
Se estiró para alcanzarlas y le llegaron con una tanga negra de regalo. Enzo se quedó tieso, Juli traía minas a la casa? Porque si era consciente de que cuando salían siempre con alguien se desaparecía, pero para invitarla a la casa tenía que ser algo serio no? Podía sentir esa sensación horrible en el estómago, Julian estaba saliendo con alguien y no le contó nada.
Sin pensarlo devolvió la prenda a donde estaba y se acostó en la cama, Porque no le había contado nada? El siempre le contaba todo, desde su primer beso hasta las desilusiones que se había comido con la chica de la que estuvo enamorado todo cuarto y quinto año. Si bien Juli nunca le contó de qué le gustará alguien si le contaba cosas, no se, garches u anécdotas de jodas.
Respiro profundo contra la almohada, el perfume de las sábanas limpias lo relajo por unos segundos hasta que su cerebro lo sorprendió con más información. Julián acababa de cambiar las sábanas, la piba había estado acá anoche seguro. Se sentó de golpe y antes de permitirse seguir se dio cuenta de lo que estaba haciendo, Qué tanto se hacía la cabeza? Seguro en algún momento le iba a contar todo. Se rió solo unos segundos y le golpeó la puerta del baño a Juli.
-Dale culiado que te vas a gastar tanto tiempo en la ducha.
-Ya voy! Me estoy afeitando la puta madre.
Enzo negó en silencio y volvió a la cocina, los huevos hervidos de hacía un rato no fueron suficiente.
. • ○ • .
El cumpleaños no era exactamente una joda, era algo más íntimo entre los amigos de Mati, considerando que en dos semanas tenían el upd agradecian ahorrar plata y resacas.
Habían preparado hamburguesas y después de un rato prepararon fernet y clavaron parlante en el patio. La posta es que nadie bailaba, era más de ambiente que otra cosa, pero Enzo la estaba pasando joya. Estaba el hermano de Mati que era un cago de risa, solo lo veía en los cumples del rubio y siempre intentaba exprimir cada segundo de las anécdotas que tenía.
-Enzito, el tío Nico te va a hacer un regalito antes de que me tenga que ir.- lo abrazaba por los hombros con el brazo izquierdo sacudiendo un poco para agregar énfasis a su discurso.- Porque se que la noche no es lo mismo sin mi, he aquí un souvenir de él último viaje.-Metió la mano en el bolsillo del pantalón de Enzo y se despidió excusándose con que tenían que madrugar al día siguiente.
El morocho logró mantener la curiosidad a raya por cinco minutos, un montón. Fue al baño, si había tanto secreto en como se lo dijo el no quería romper el aura misteriosa del regalo, cerró la puerta y se sentó en el inodoro con la tapa baja. Revisó el bolsillo y sacó un paquete de plástico chiquito con tres ositos verdes, tardó unos segundos en comprender, que Nico culiado.
En un momento de conciencia decidió comer una sola y espero a que le pegara, poco tiempo después no estaba loco, estaba totalmente ido, nunca le había pegado nada tanto. Encaró de vuelta a él patio y dedicó las siguientes dos horas a simplemente reírse mientras descansaba en el pasto alejado de la fiesta.
. • ○ • .
La paz era total, el universo estaba de su lado, la música se deformada en el sonido más hermoso que escuchó en su vida y los panes de hamburguesa que había robado de la cocina eran el mejor de los manjares, cuando pensó que el calor era molesto, pequeños besos fríos lo cubrieron, que hermoso cuando todo conspira a favor de uno, no?
-Enzo culiadazo está lloviendo hace rato te vas a cagar enfermando.- La voz de Ciro llegó como una sinfonía siniestra que le reventó la burbuja de placer total, ahora estaba muy consciente de el pasto pegado en todo el cuerpo y de que obvio estaba empapado.
Entró a la casa con terrible mal humor, hasta le jodia estar drogado, que universo de mierda. Busco a Juli con la mirada, estaba sentado en una ronda grande con un paquete de papitas en la mano, bueno, el mundo no era tan una mierda.
-Me das?- Cuando Julian lo vio hecho una mugre no pudo evitar reírse.
-A donde estabas? En la guerra?
Enzo se sentó al lado y le sacó la bolsa de las manos, la comida lo dejo de mejor humor, ahora solo estaba en un trance total de la fiaca que le bajo.
Julián a su lado estaba tentado, el estado de fisura que manejaba Enzo le parecía comiquisimo. Hacía ya un rato que habían formado la ronda para jugar a él juego de la botella y todos los que chaparon eran desconocidos, nada de sazón tenía el juego si no podías cargar a nadie, el mejor momento del juego fue cuando a dos pibes se pusieron bordo de la vergüenza por un pico, obvio que él se sumó al grupo de gente que los jodio para que se den un beso "de verdad".
A su lado Enzo estaba disociando "si me concentro lo suficiente puedo hacer que gire para siempre" pensaba con los ojos clavados en la botella de fernet frente a él. Por más esfuerzo que puso la botella eventualmente paraba, fue el sonido de sorpresa y risas a unísono que escuchó cuando el pico lo apunto lo que lo hizo cuestionar porque estaban todos girando una botella.
-Toma forro, se te dio vuelta la tortilla.
Enzo mucho no entendía, pero se dio cuenta que todos lo miraban, dios que horror, que había hecho? Podía sentir como empezaba a malviajar, miró a su lado a Julian buscando algún tipo de seguridad pero la cara de incomodidad que tenía el castaño mucho no ayudaba.
-Perdón- fue lo único que dijo el más bajo antes de sostenerle el mentón y juntar sus labios. Enzo sentía el corazón a mil, todavía con los ojos abiertos en parte por la sorpresa y en parte porque tenía miedo de cerrarlos. Fueron segundos nomas antes de que Julian se alejara pero el ataque de pánico que amenazaba a Enzo cada vez estaba más cerca. Intentó hacerse el boludo unos minutos, no quería que nadie se diera cuenta lo afectado que estaba, cuando pareció que ya nadie le prestaba atención se apuró a salir de la casa, necesitaba aire fresco urgente.
Afuera lloviznaba muy poquito y se sentía un poco de brisa fresca. Enzo lo agradeció, se sentó en la vereda respirando profundo y dejando caer una que otra lágrima. Guardó las manos en los bolsillos y sintió el paquete que le había dejado Nico.
-Nunca más- dicho esto tiró las dos gomitas restantes a la calle.
Escuchó la puerta abrir y cerrar detrás suyo, ni se gastó en darse vuelta, ya sabía quién era.
-Estás bien?- Julian le preguntó alcanzandole un sweater.
-Si, tanqui, me comí un malviaje por unas gomitas que me dio el hermano de Mati.
-Ese Nico es un culiado.
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Los tiempos de facultad son terribles, pero posta no pienso dejar esto a la mitad. Espero que les guste. Besitos, comenten y voten♡.
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Hot Summer Nights
FanfictionSi a Enzo le preguntan lo mejor y lo peor de su adolescencia, sabe que su mejor amigo es lo mejor y estar lleno de hormonas a los 16 claramente puede hasta arruinar la primera respuesta.