Desesperación

Capítulo 17

Descargo de responsabilidades. La historia de Black Clover y sus personajes pertenecen al autor/mangaka Yūki Tabata. Esto solo es un fanfiction que hace uso de su obra.

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Capital Real, Región Noble, Reino Trébol

Tres días después de la pelea entre magos y el antimago, Yuno se encontraba despertando en la noche. Al abrir los ojos, solo miró un techo de piedra grisácea.

No recordaba nada después de su desmayo, por ende, quiso inspeccionar su alrededor para ver donde estaba, pero al momento de flexionar su abdomen para levantarse, un gran dolor se originó. Entonces notó que su vientre estaba vendado, sabía que era por la herida estomacal que le propinó Asta con su espada. En su pierna derecha estaba recostada Sylph, quien dormía tranquilamente.

Si bien agradeció la compañía de su hada, su línea de pensamientos tuvo otro giro.

—Asta —murmuró Yuno al comprender su situación.

Su hermano será catalogado como un hereje del Reino Trébol debido a sus acciones, esto por órdenes del rey mago. Fue como si el agua fría lo bañara. La persona con la que creció en Hage, que comieron juntos en la misma mesa, durmieron en el mismo piso, se bañaban juntos en el río, quien lo defendió ese día y quien compartió la meta de ser rey mago. Esa misma persona ahora se había distanciado de él y la máxima prueba de ello fue la herida que le dio como despedida. El joven lleno de energía, humildad, amabilidad, comprensión, solidaridad, puro, osado y genuino se había transformado en alguien solitario, rencoroso, amargado, frío, sarcástico y lleno de odio. Él no era Asta con el que creció. Se rehusaba del comportamiento de su rival al querer exonerar la culpa a su diablo, la nobleza y esa organización.

—¿Por qué Asta? —preguntó el azabache, mirando el techo de nuevo sin ninguna emoción.

Aunque quería negarse, sabía qué él era responsable de su cambio de actitud.

Su familia había muerto. No pudo despedirse de ellos, no pudieron verlo avanzar como caballero mágico. La hermana Lily y el padre Orsi se habían ido de este mundo. Las personas que se encargaron de su crianza descansaban en paz. Los niños de la iglesia solo vivieron en miseria y su muerte fue igual, sin probar o gozar de un pequeño lujo. Tenían tanto que vivir y les arrebataron la vida.

Entonces recordó a los culpables.

—Lo juró por mi vida que haré pagar a Ojo de la Noche Blanca por sus fechorías, solo así podré descansar en paz —apretó los puños de rabia e impotencia, tratando de suprimir su dolor.

Esa maldita organización fue la causante de sus desgracias. Si esperaban que se iba a quedar de brazos cruzados, pues realmente no sabían con quien se habían metido.

—Supongo que también estas despierto —una voz femenina interrumpió sus pensamientos.

El usuario de viento se dirigió a la fuente de dicha voz y se percató de quién era dueña.

—Sabes, realmente me veo como un fracaso en estar en estas condiciones. No pude ser de ayuda para nadie, solo empeoré las cosas —expresó Noelle con pesar mientras trataba de sentarse en su propia cama, estando a lado de Yuno.

—Supongo que ambos fallamos, todos los de aquí de hecho —le aclaró a la adolescente peliplateada.

—Probablemente tengas razón —contestó sin mirarlo a los ojos o tratar de hacer contacto visual.

Esto originó un silencio tenso y largo que fue mermado por la chica.

—Entonces, ese es tu hermano —arrastró las palabras con cautela sin querer provocar a su colega, quien solo se quedó callado por unos segundos.