Nero se adentró mientras Héctor lo miraba desde el otro lado de la puerta.
- Le deseo suerte en su viaje, y que acabe su miseria –Fueron las últimas palabras del guardia antes de cerrar la puerta.
Nero dudó un poco e intentó regresar a esta, pero pareciese como si la entrada hubiese desaparecido, dejando todo a oscuras.
- Bueno –Suspiró Nero—Veamos qué me depara este sitio
Mientras caminaba, pudo reconocer el sendero de roca bajo sus pies, y encima suyo un cielo muy oscuro, del que no estaba seguro si realmente era cielo. En todo caso, decidió apresurar el paso, siguiendo el camino de las llamas azules. Pasado lo que le pareció una hora, empezó a sentir hambre, extrañando la comida que había guardado en su mochila.
- Maldito guardia –Dijo en voz baja— Me estoy muriendo de hambre por haberme hecho botar todas mis provisiones. No sé cómo carajos quiere que sobreviva así.
Tras un rato adicional de caminata, empezó a notar postes de luz, que empezaban a brindarle una mejor iluminación.
No mucho después, el camino de llamas azules se apagó y la luz de
los postes fue suficiente para ver su entorno con perfección. El lugar se veía como un gran desierto, con unas cuantas casas pequeñas hundidas en la arena negra, la mayoría en ruinas y
otras casi completamente cubiertas por esta. También pudo divisar lo que parecía una ciudad muy a lo lejos, pero al intentar acercarse más, su pie se hundió rápidamente en la arena.Nero reaccionó rápidamente sacándolo.
- Hm… Debe de haber alguna manera de llegar allá –Pensó,mientras observaba sus alrededores.
Casi inmediatamente, se percató de que a su derecha había un espejo cuadrado, pero no estaba solo: Se extendía toda una fila de espejos, que parecían reemplazar el camino de llamas azules
que había tenido antes.Saltaba a primera vista que el camino de espejos era bastante largo, y parecía ser que guiaba hacia la ciudad del desierto.
Pero ¿Cómo iba a llegar hacia allá si no podía poner dar ni un paso más? El hombre, tras pensar un rato, se percató de que los espejos no reflejaban la realidad con exactitud, sino que los
espejos mostraban algo más: Donde parecía no haber nada, en los espejos aparecían plataformas de rocas sobresalientes de la arena, suficientemente juntas como para pasar sobre ellas.Pese a que Nero no daba crédito a sus ojos, decidió confiar en los espejos. Puso un pie en la plataforma que tenía más cerca y, para su sorpresa, sintió el sólido bajo su pie.
- Esto es increíble, es como si flotara en el aire –Dijo Nero, Incrédulo- Parece que los espejos reflejan cosas que son
invisibles para el ojo humano… Uhm...Siguió caminando sobre las rocas invisibles hasta que, a través de un espejo, vio que algo se movía entre la arena reflejada.
- ¿Qué es eso? –Se preguntó mientras volteaba a ver—Parece una aleta, pero…
El viajero inspeccionó más profundidad el espejo, y vio reflejada una pequeña piedra. Por puro instinto, se agachó a
recogerla.- Es… Como si no la tuviese entre mis manos. No la siento y tampoco hace ruido al darle una palmada.
Volvió a mirar el reflejo y vio cómo la aleta seguía acercándose
cada vez más a él.Ni idea de lo que sea esa cosa, pero me aterra que venga hacia aquí. No creo que pueda hacerme algo siendo del
espejo… Pero parece ser que los espejos simulan la realidad, y… Ugh –Empezó a decir Nero, sin saber qué hacer.La criatura saltó con gran velocidad, mostrando una afilada dentadura y una apariencia parecida a la de un tiburón, pero con el tamaño de un gato. Nero se agachó rápidamente para esquivar el ataque de la criatura.
- Ugh… No sé cómo funcionen estos malditos espejos, pero si mi teoría es cierta, los espejos no reflejan algo invisible, sino que muestran una dimensión que también afecta a esta, o algo así.
Inmediatamente, se quita el suéter que tenía puesto y lo abrió frente al espejo como si se tratase de una red mientras alistaba una piedra.
La criatura se preparó para arremeter de nuevo, y una vez que saltó hacia Nero, él lanzó la piedra hacia el espejo,
rompiéndolo y provocando que trozos de este salten.En cuanto en formó la primera grieta en el espejo, la criatura se materializó
frente a Nero, y este rápidamente la atrapó con su abrigo, pero la bestia era más fuerte de lo que esperaba, tirando al hombre al suelo por la fuerza del impacto.- ¡QUÉDATE QUIETO, BICHO DE MIERDA!
Gritó el hombre, mientras usaba todas sus fuerzas para rodear el
cuello de la criatura con sus brazos y estrangular. Tras unos instantes de forcejeo en el suelo, la criatura poco a poco dejó de moverse. Tras confirmar que la criatura ha muerto, Nero deja
escapar un suspiro de victoria
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Azúcar y Miseria
AdventureNero, un hombre misterioso y sombrío, viaja a un mundo desconocido y paranormal llamado Miseria buscando el deseo que se les promete a aquellos que logran entrar y salir de este infierno victoriosos. Cuenta de Instagram del libro para todos aquellos...