𝐶ℎ𝑒𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑏𝑎𝑟𝑟𝑖𝑜||Danilo Sánchez||ᴀᴘᴀᴄʜᴇ||

[3]

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El papel marcaba un pasillo medio estrechó. Yo entre en este y vi a un pibe encapuchado, que estaba cabizbajo.

Me acerque a él recelosa, con algo de miedo, y nervios.

—hola —hable entrecortada. Como si fuera tartamuda. —estoy... buscando a un tal bana

—si soy yo, ¿que quere'? —dijo levantando el mentón.

—ah, vengo de parte de Gio... Gio Torres

—Aah, ¿y vo' quien so'? , nunca te vi por acá

—soy su sobrina —dije algo desconfiada.  No tendría que dar tanta información a un pibe que parece tener pinta de drogadicto.

—mira vo' —se me quedo mirando un rato. Me puse algo incómoda por esto así que hable.

—si, em, me dijo que tenías que dar algo

—a si, ¿la plata?

—acá, toma —dije sacandola de mi bolsillo del pantalón.

Él saco una bolsita chiquita, como cerrada si fuera una especie de ajo, también de su bolsillo y me la dio. Yo le di la plata y él la contó.

—muy bien, esta todo —confirmó.

—bueno, chau —dije dándome la vuelta.

—eh no para —me paro agarrandome del hombro. Me di la vuelta otra vez. —espera, recién nos conocemo'

—bueno, no me importa —me volví a dar la vuelta.

—espera te dije —dijo agarrandome del brazo tirandome hacia él.

Yo solo lo mire asustada.

—por que no te queda' un ratito eh —dijo con una mueca cínica. Dejando mostras sus dientes algo podridos.

—soltame —lo empuje.

—eh que hace' gila

—idiota —dije y me volví a dar la vuelta esta vez segura de que me iba a ir.

Empeze a caminar a paso rápido, y volví a la casa de mis tios lo más rápido que puede.

Cuando llegue a su casa toque la puerta.

—¿quien es? —preguntaron.

—yo —respondí.

Giovanni abrió y entre enojada.

—¿vos que haces acá? —dijo mi tía.

—tía... —la mire sorprendida.

—ah, eeh... Jessi —dijo Gio.

—¡que haces acá pregunte! —repitió subiendo el tono.

Yo solo me la quedé viendo.

—Jessi, amor, nos vino a ver —aclaró Giovanni.

—¿y como sabias vos? —lo miro.

—por que ya lo vi antes —hable haciendo que me mire.

—¿como?, ¿donde estabas entonces?

—afuera, me mando a comprarle esta mierda —dije sacando la bolsita y tirandola al piso.

Nos quedamos en silencio viendo la bolsita en el piso hasta que mi tía hablo.

—¿¡vos la mandaste a comprar merca a la pendeja Giovanni!? —dijo enojada.

—gorda, 'cucha

—¡escucha las pelotas!. ¿¡como la vas a mandar a comprar merca tarado!?, ¿sos pelotudo? —grito.